Toca Despedirse...

Ésta ha sido la historia de la Lanzadera III de Oviedo. Todo comenzó tras un proceso de selección arduo, plagado de incertidumbre, donde nuestra técnico Sheila nos fue dividiendo en grupos para conocernos y tomar su decisión final.

¡Estaban los veinte!

Un 22 de Noviembre, los veinte elegidos, comenzábamos una andadura de cinco meses, dónde no todos partían de la idea de Lanzadera cómo una plataforma útil. Otros, sin embargo, estábamos contentos de haberlo conseguido. Un primer día lleno de nervios, nos hizo conocer a los distintos perfiles y rostros de nuestros compañeros, a los que fuimos conociendo en sucesivas semanas con dinámicas de grupo para vencer la timidez y conocernos a nosotros mismos a través del autoconocimiento.

Y así fue. ¡Qué grandioso equipo!

Según iban pasando las jornadas en el aula, y el equipo (que al principio parecía una misa) se fue convirtiendo poco a poco en un grupo de amigos que destilaban muy buen ambiente, abundando el compañerismo, solidaridad, comprensión y entendimiento. Cada carácter, con su diferente personalidad, fue cogiendo inconscientemente, su importante rol. El apoyo y las ganas de compartir siempre eran comunes a todos.

La plataforma nos ha facilitado aprender el funcionamiento de la búsqueda de empleo de una forma más eficiente, a través de la mejora de competencias, autoconocimiento y ampliación de contactos y redes sociales como estrategia de networking. De la misma manera, aprendimos a afrontar las entrevistas de trabajo de una manera más natural y positiva.

¡Ya somos distintos¡

Ahora conocemos el tejido empresarial de nuestra zona geográfica de una manera exhaustiva y nuestra búsqueda es muy metódica. Incluso, ya somos valientes para obtener información a través de las propias empresas sobre el estado de su proceso de selección, destacando así nuestra autocandidatura y mostrando nuestro interés y ganas.

Desde que comenzó este magnífico proyecto de transformación personal, la búsqueda de trabajo ya no nos genera tanta sensación de soledad. Nos hemos levantado durante todo este tiempo con una ilusión renovada, ya que somos parte de un equipo de búsqueda de trabajo, con objetivos comunes, y eso ha resultado ser menos frustrante. Las constantes ganas del equipo nos han permitido permanecer activos continuamente, incluso en esos momentos más bajos.

 ¡Ha sido hasta divertido!

Aunque somos un equipo de veinte, cada persona tenía sus propias alegrías y penas que eran sentidas por todos los demás integrantes como propias. Las entrevistas y descartes eran de todos. El nivel de involucración es tal que las alegrías y tristezas de un integrante se convertían en ilusión o desencanto de todos. Por suerte, cada pequeño golpe originaba una menor sensación de frustración que se diluía rápidamente gracias al apoyo y positivismo de los demás. De la misma manera, cada entrevista suponía una gran ilusión para todo el equipo.

Con cada meta lograda, la fuerza del equipo aumentaba. Marta, Nuria, Luis, Fernando, Rubén, Omar, Alicia…..

Cada triunfo se vive en la Lanzadera con la misma alegría que si fuera un logro propio. Los que quedamos, tenemos un mensaje claro: no existe el fracaso. Mantenemos la esperanza intacta viendo a nuestros compañeros salir adelante, como gran ejemplo de su sacrificio y nuestro trabajo en equipo. A pesar de sus nuevas obligaciones, encuentran tiempo para seguir involucrados en el proyecto, demostrando el fuerte vínculo y espíritu que la Lanzadera despierta en sus integrantes. No cabe duda de que finalmente todos recogeremos los frutos sembrados.

Todo cuento se termina. Sensaciones como nostalgia, tristeza o falta de algo, nos tomarán en parte en las sucesivas semanas, pero para nada es un final triste. ¡Es solo un aula!

El grupo de Whatsapp y su función seguirá a pleno rendimiento y nuestras interacciones seguirán fuertemente en pie, así como todo lo aprendido en estos meses pasados. Los integrantes de la Lanzadera III de Oviedo son amigos que perdurarán en el tiempo, siempre presentes, con nuestras comunes experiencias, respeto y comprensión. Son muchos los buenos momentos vividos, risas o anécdotas que nos llevamos. ¡Y esto no ha hecho nada más que empezar!

Queremos agradecer todos los esfuerzos y apoyos de todas aquellas instituciones que han cedido instalaciones o fondos para este proyecto tan gratificante. La cesión del aula por parte del SEPEPA y los fondos destinados por la Fundación Santa María la Real, Fundación Telefónica, Gobierno del Principado de Asturias y el Fondo Social Europeo han sido bien usados.

Pero nuestro mayor agradecimiento es para ella, nuestra “Capitana”. Nada de esta bonita historia habría sido posible sin la personas más importante del equipo para llevar todo este proyecto a cabo. La persona capaz de guiarnos y acompañarnos en esta apasionante aventura ha demostrado, una vez más y ya es la tercera, su gran capacidad de trabajo, sacrificio y unión. Gracias a su total generosidad, todo el proyecto ha transcurrido con éxito. Su comprensión, devoción, naturalidad y cercanía ha sido vital para todos nosotros. Se ha convertido en una más del equipo, en nuestra “Capitana” inigualable y amiga espectacular. Desde aquí queremos darle las gracias por todo. Ha sido un auténtico placer.