El pasado 30 de enero partió un tren desde Badajoz con destino no sabíamos muy bien hacia donde. A la mayoría eso nos dio un poco igual. Nos subimos a él una serie de personas ilusionadas, con ganas de experimentar algo nuevo, de hacer algo diferente, encaminado a encontrar un empleo y a mejorar nuestras competencias y habilidades, desde el trabajo en equipo y la solidaridad. Hubo quien decidió apearse durante el trayecto, por diferentes motivos; la mayoría por una buena razón: porque encontró un empleo o una formación relacionada con su perfil. La máquina ha llegado a su destino ahora, a finales de junio, y toca hacer balance. No merece la pena pararse en lo menos bueno, en las crisis, que las hubo, como ocurre siempre. Fuimos capaces de encararlas y de salir airosos. Podemos sentirnos orgullosos de lo que hemos logrado y ahora, al mirar atrás, vale la pena pararse a pensar en que todos y todas hemos cambiado, hemos madurado y nos hemos encarrilado hacia nuestro objetivo profesional y vital. 

Como miembro de la I Lanzadera de Badajoz, y creo que en nombre de mis compañeros y compañeras, me quedo con muchas cosas buenas de estos cinco meses de trabajo continuo. Sobre todo con lo que aportó cada uno de nosotros, tan diferentes y a la vez tan valiosos. Aquí hay mucho talento y eso ya está dando sus frutos. De que transcurra más tiempo y miremos hacia atrás veremos estos meses en la Lanzadera de Badajoz con nostalgia, como un período que, de alguna forma, nos cambió para mejor. 

Éste es el punto y final de la I Lanzadera de Empleo y Emprendimiento Solidario de Badajoz pero el comienzo de un trabajo en equipo que no se va a parar. Seguiremos compartiendo ideas, conocimientos, experiencias, sinergias... y, estoy convecido, dará buenos frutos. Y os lo iremos contando. 

¡Gracias amigos y amigas de la Lanzadera de Badajoz!

Un fuerte abrazo para todos/as, de José Manuel Rodríguez Pizarro, en representación de todo el equipo.