Saber qué podemos aportar a la gente que nos rodea puede ser tan importante como mantenerse activo en la búsqueda de empleo. Conocerse a uno mismo es una parte esencial del proceso de desarrollo personal y laboral, por lo que no íbamos a perder la oportunidad de ahondar sobre un tema que nos puede aportar tanto en nuestra lanzadera.

Es por ello que hemos estado dedicando varios días a aprender sobre roles dentro de un equipo, liderazgo, inteligencia emocional y técnicas de comunicación, todos ellos conocimientos esenciales para convertirnos en personas bien preparadas para trabajar en equipo –o, incluso, liderar– de la mejor manera posible y sin agotarnos mentalmente.

Y es que no es poco común encontrarse con una situación en la que saber cómo lidiar adecuadamente con ella puede ser la clave para poder resolver la situación y continuar con nuestro trabajo eficientemente sin alterar el ambiente del lugar donde nos encontremos. Para ello, además de lo anteriormente mencionado, también hemos podido aprender a identificar las emociones, así como trucos para gestionarlas en cada una de las fases de la situación a la que nos enfrentemos –antes, durante y después– y los tipos de roles de equipo con los que nos identificamos personalmente.

Además, hemos aprendido cuáles son los tres tipos de estilos de comunicación principales en las personas: el estilo pasivo, el agresivo y el asertivo, lo cual nos ha ayudado a identificar cuál es el que más empleamos y con cuál nos cuesta más enfrentarnos. Esto nos ha servido de pie para tratar el tema de la asertividad y de las muchas técnicas disponibles para entrenarla y llegar a emplearla de manera natural.

Estos conocimientos nos resultarán realmente útiles hasta en nuestras vidas diarias, ¡de eso no cabe duda!