Aunque siempre fui una chica extrovertida, no fue hasta la adolescencia cuando realmente encontré mi vocación: la Psicología.

Acabé mis estudios de Psicología en el año 2016 y desde entonces no he parado quieta, llevándome esta aventura a Madrid, donde estudié un doble máster de Psicología de la Salud y Terapia Cognitivo-Conductual, y viviendo en Oviedo un proceso activo de búsqueda de empleo.

He complementado mi formación con diversos voluntariados, sobre todo orientados a la tercera edad y, claramente, siento pasión por la Psicología Clínica en todas sus áreas, aunque no descarto desarrollar mi potencial ante nuevos retos.

Creo además que gran parte de mi valor reside en haber trabajado formándome, gracias a mi profesión, en grandes competencias como son la empatía, la asertividad, la tolerancia a la frustración o la capacidad de trabajar en equipo.

¿Qué quiero ser de mayor? Feliz, y sobre todo quiero descubrir hasta dónde soy capaz de llegar, qué puedo aportar, y cómo puedo crecer como profesional.