Enrique Molina: la sonrisa del equipo

 

Últimamente estábamos faltos de la alegría habitual de la Lanzadera, que llega ya a su final. Pero llega Enrique Molina, nos cuenta que en breve entrará a formar parte de la plantilla de Aernnova y, como ya ha hecho tantas veces antes, nos saca una sonrisa.

 

Los que lo conocemos sabemos que no tardará mucho en sentirse como pez en el agua en esta andadura que comienza y que los que tengan la suerte de compartir espacio y tiempo con él, también se sentirán enseguida cómodos. Porque Kike es de esas personas generosas, capaces de ejemplificar lo que conlleva el trabajo en equipo, prestando su ayuda en cada momento, calmando las aguas cuando se avecina tormenta, sacando la cara por quien cree necesario, asumiendo errores cuando se sabe equivocado… Y todo esto lo hace sin esperar nada a cambio, impulsado sólo por su noble naturaleza.

 

Una de las cosas que envidio de él es su arrojo, esa impulsividad propia de la juventud y de la gente valiente, que le lleva a tomar decisiones sin miedo, a lanzarse a la piscina sin preocuparse a priori por si hay suficiente agua para amortiguar el golpe, esa osadía que requieren los que le sacan todo el jugo a la vida, aunque a veces les juegue malas pasadas. Y también su ingenio, la creatividad para generar ideas rápidamente, para provocar sin esfuerzo risas y sonrisas, impregnado todo por esa picardía suya.

 

Si como dijo Óscar Bonavena “La risa es el reflejo de la generosidad del alma” esperamos que Kike siga conservando allá donde vaya esas ganas de reír y hacer reír que tanto bien hacen a las personas que lo rodean.