Convivencia de Lanzaderas

Ayer viernes, fuimos invitados a la Convivencia de Lanzaderas organizada por Proyecto Tirolina en el Centro Cultural Padre Manuel de Estepona. Allí asistieron además las lanzaderas de: Torremolinos, Fuengirola, Alhaurín de la Torre, Marbella y Algeciras.

La bienvenida la dio Isabel Salva, técnico de la Lanzadera de  Estepona. Tras ella fue el turno de Mari Paz Orozco, la presentadora del evento, que se encargó de dar el paso a los compañeros que presentarían sus respectivas lanzaderas. Ducylene Alves expuso en primer lugar qué actividades ha hecho la Lanzadera de Estepona. Después, conocimos a la Lanzadera de Marbella a través su misión, visión, valores y actividades de la mano de Samira Hurtado. Nuestro turno llegó y pudimos exponer todas nuestras actividades y dimos a conocer los puntos fuertes de nuestros perfiles.  Nos siguió Fuengirola, de la que pudimos ver un vídeo presentado por José Antonio Carpio. Tras el vídeo expuesto, fue el turno de Ángeles Castañeda, nuestra compañera de Algeciras. Una vez completada la presentación de Entremares, expuso Patricia Wilkenschildt, técnico de Torremolinos, seguida por Ana Fernández, de Alhaurín de la Torre. La ronda de presentaciones la acabó la Lanzadera de Antequera, que aunque no pudieron estar físicamente, lo hicieron a través de un vídeo de presentación.

Tras conocer las lanzaderas, llegó el momento de hacer un análisis DAFO. Cada proyecto: Recursos, Intermediación, Eventos y Comunicación, tenía su propio cubo DAFO. En él se desglosaron en cada cara los diferentes aspectos a analizar que se apreciaba en cada proyecto. Las conclusiones extraídas principalmente fue que, aunque seamos de diferentes puntos, todas las lanzaderas nos hemos enfrentado a los mismos problemas, apuntamos, en mayor o menor medida, las mismas debilidades, amenazas,  fortalezas y oportunidades.

Tras el análisis DAFO, los técnicos nos tenían preparada una dinámica. Esta consistía en sacar un huevo cocido de un cuadrado sin que fuese arrastrado. Cada proyecto, usando solo un ovillo de hilo, se las debía ingeniar para que, sin pisar el cuadrado y tocando todos del hilo, sacarlo de las marcas y volverlo a colocar en el suelo. Tres de los cuatro equipos lograron realizarlo, mientras que el otro no llegó a colocarlo de nuevo en el suelo. Fue un buen trabajo en equipo en el que todos fuimos partícipes con un fin común.

Para finalizar la jornada, y previo al networking y aperitivo, nos pusimos de acuerdo para buscar una vía de comunicación entre lanzaderas. Se acordó realizar un grupo en Facebook donde se compartirían ofertas de empleo y en algunos casos, documentos.

La convivencia fue muy amena y entretenida. Nos hemos nutrido con la experiencia de los compañeros de otras lanzaderas, hemos encontrado posibles soluciones a problemáticas que han ido surgiendo en los equipos, pero sobre todo, hemos aprendido que juntos podemos, que estamos preparados.