Según la RAE "atocinar" es: 1. Partir el puerco en canal; 2. Hacer tocino; 3. Irritarse; 4. Enamorarse perdidamente. Me van a permitir que use esta palabra con un significado que no está recogido en el diccionario, lo van a entender perfectamente.
Seguramente nos habremos encontrado alguna vez con personas que, trabajando muchos años en el mismo sitio, puesto o realizando las mismas tareas (eficientemente, como no), creen que ya no tienen nada más que aprender, creen que aquello que aprendieron en su momento es suficiente. Pues, si ésto ocurre, estemos probablemente ante una persona que se está "atocinando". Cuando terminamos la formación reglada y decidimos entrar en el mundo laboral, a partir de aquí, podemos ser dos tipos de profesionales:
A. Un profesional "a secas". La palabra profesional ya implica competencia, si pero ¿implica destacar?
B. Un gran profesional: una persona brillante en su campo, es decir, que destaca.
¿Cuál de ellos nos gustaría ser? El profesional "B" supongo, ¿no? Ahora bien, ¿qué diferencia el primero del segundo? Podemos pensar que los segundos son más listos o inteligentes, que tienen más suerte o que simplemente el entorno o los astros les han sido más favorables, etc ... ¡error! Lo que realmente diferencia unos de otros es: LA PASIÓN.
Estamos en un mundo que se mueve hacia delante constantemente y nunca se detiene, la sociedad cambia, la tecnología avanza, los conocimientos son añadidos o sustituidos por otros, y las personas que quieran destacar han de estar presentes en todos estos cambios. ¿Cómo hacerlo? Muy fácil, sólo aquellas personas que les mueve la pasión serán capaces de moverse a la vez que el mundo en el que vivimos exige. Una persona pasional jamás se cansará de hacer lo que hace y pondrá los cinco sentidos en la tarea, además tampoco cejará su empeño en aprender, en definitiva se adaptará a los cambios perfectamente. Reflexionemos; para un empleador, ¿qué tipo de profesional contrataría?.
Volviendo al trabajador que está en su zona de confort y no sale de ella ... ¿podemos imaginar el peligro de ser un "atocinado"? Yo creo que todo el mundo lo ha visto o lo ha sufrido; realmente no sabemos dónde nos va a poner la vida mañana, si estaremos aquí o allí o donde sea. Vemos profesionales de larga trayectoria, sin empleo, pero "atocinados", personas que en su momento pensaron que no ampliar la zona de confort era lo mejor, no necesitaban nada más; ¡error!, tenemos que destacar, ser personas en continuo crecimiento, inconformistas, curiosos ... PASIONALES.
¿Quién se levanta por la mañana escuchando música y bailando? ¿o nos levantamos a lo Clint Eastwood? (ojos entornados, casi cerrados, cara agria; ver los spaghetti western). Cada mañana debemos desequilibrar la balanza hacia el lado del optimismo, de la ilusión, de las ganas de aprovechar la oportunidad de empezar un nuevo día y ¿porqué no bailando?; nos ayudará también a mantener nuestro cuerpo porque no nos podemos olvidar del envoltorio, es el que tenemos y nos tiene que durar toda la vida; ya lo decía Platón en el 428 AC "mens sana in corpore sano", mente equilibrada en un cuerpo equilibrado.
¡No se atocinen! No acumulen grasa ni en su cuerpo ni en su mente; sean brillantes, estudien, lean, tengan siempre un "por qué" levantarse todas las mañanas (el "cómo" llevarlo a cabo ya se verá), tengan ilusión, sean inconformistas, sean curiosos, optimistas (a la vez que realistas) y por favor hagan deporte, cuiden el envoltorio.
Este artículo y el título están inspirados en la ponencia "Optimismo e ilusión" de Emilio Duró, la cual recomiendo su visionado (en youtube). Espero y deseo que, lo mismo que esta ponencia me inspiró, estas líneas inspiren para que se ponga pasión e ilusión en todo aquello en que uno se involucra.
PD: creo que ha quedado claro que es "atocinarse", ¿no?
ANTONIO RODRÍGUEZ CAMPOY
Miembro de la II LANZADERA DE EMPLEO DE ALMERÍA
Técnico Superior en Proyectos de Obra Civil. Delineante-Topógrafo. Diseñador Gráfico y Digital.