La mente mueve el mundo

 

Sara de Frutos Nogales (*)

 

¿Te conoces a ti mismo?, ¿Te consideras una persona feliz?, ¿Analizas tu comportamiento habitualmente?... Si has contestado afirmativamente a estas preguntas, enhorabuena. Si por el contrario, tus respuestas han sido negativas o te ha faltado seguridad, no te preocupes, no eres el único y existe solución. Siguiendo unas sencillas pautas fortaleceremos nuestro autoconocimiento y autoestima, que nos ayudarán a disfrutar de una vida más armoniosa y feliz.

 

A) El autoconocimiento:

El autoconocimiento es la capacidad de conocerse a sí mismo, entendiendo todas nuestras cualidades en los distintos contextos de nuestra vida, aceptando las buenas y cambiando aquellas con las que no nos sentimos satisfechos.

El conocimiento de uno mismo es saludable y nos reporta muchos beneficios, tales como llevar a cabo una mejor planificación de nuestras metas, evitar frustraciones, mejorar nuestra autoestima y nuestras relaciones con los demás, además de conseguir un conocimiento más extenso del mundo que nos rodea.

El autoconocimiento debe ser entendido como una actividad continua y constante, cuanto más profundo “excavemos” más lucidez y respuestas obtendremos.

El autoconocimiento se clasifica en cuatro grandes ámbitos que incluyen multitud de preguntas al respecto: Las habilidades y capacidades (por ej. ¿Qué sé hacer bien?), la personalidad (por ej. ¿Cómo soy?), los valores (por ej. ¿Qué principios son importantes para mí?), y los intereses (por ej. ¿Qué me gusta hacer en mí tiempo libre?).

Las técnicas más destacadas que podemos utilizar para mejorar nuestro Autoconocimiento son las siguientes:

- Hacer dos listas, una con nuestros puntos fuertes y otra con nuestros puntos débiles.

- Hacer dos listas, una de nuestras pasiones y motivaciones y otra de las limitaciones que encontramos.

- Identificar la causa de nuestras emociones y analizar sus consecuencias (por ej. cuando una y otra vez repetimos una misma conducta de comportamiento siempre que ocurre un hecho determinado).

- Analizar mediante autopreguntas las diversas áreas de nuestra vida, por ejemplo: social, pareja, emocional, profesional, dinero... Este blog puede ayudarnos con nuestra labor, ya que aparecen 100 preguntas de diversos temas.

- Escribir un diario, en el que no solo describamos los hechos ocurridos en nuestro día a día sino también las sensaciones y emociones que hemos experimentado.

- Crear una línea de nuestra vida, expresando no solo las experiencias del pasado, sino también nuestro presente y los objetivos que tenemos planeados para el futuro.

- Hacer el “Cuestionario VIA de Fortalezas Personales”, elaborado por la Universidad de Pennsylvania, con 240 preguntas.

Esta serie de ejercicios siempre puede ser complementada con la opinión expresada por las personas con las que tenemos un alto nivel de confianza. A ellos, les podemos hacer una serie de preguntas sobre cómo nos ven a nosotros mismos en un área o en circunstancias determinadas.

Por último, conviene tener presente esta serie de consejos para llevar a cabo nuestro proceso de autoconocimiento de forma satisfactoria:

1) No compararnos con los demás, cada uno tenemos habilidades y virtudes diferentes.

2) Explotar nuestras fortalezas e intentar superarnos a nosotros mismos.

3) No temer lo que el mundo piense, nuestra felicidad depende solo de nosotros mismos.

 

B) La autoestima:

La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de la vida. Por tanto, no significa lo que uno es sino lo que uno cree que es.

Existen dos tipos de autoestima, la baja y la alta o normal. En líneas generales, las personas con baja autoestima no valoran sus talentos, tienen miedo a lo nuevo y evitan los riesgos, son ansiosas pero poco constantes, no aceptan las críticas ni tampoco sus errores y buscan culpables en otros, creen que todo les sale mal y por eso también les cuesta obtener sus metas, ya que tampoco les gusta esforzarse, además, sienten que causan mala impresión a los demás y se aíslan, sintiendo igualmente que no controlan su propia vida. Por el contrario, las personas con autoestima alta o normal, se caracterizan por sentirse bien consigo mismas, identificando y expresando sus emociones, además son aventureras, independientes, creativas, participativas y consideradas con los demás, reconocen cuando se equivocan y luchan por alcanzar sus objetivos, no temiendo los retos y defendiendo su posición. Sobre este punto, y de modo orientativo, podemos conocer qué tipo de autoestima tenemos, realizando este test.

En relación con lo anterior, queda claro que la autoestima está presente en todo lo que hacemos y en cómo lo hacemos, y por ello, gozar de un buen nivel de autoestima es fundamental, puesto que nos reporta menos emociones agresivas, negativas y menos depresión y estrés, en comparación con las personas que padecen una autoestima baja.

Como recomendación, resulta interesante el visionado del cortometraje: “El Circo de la Mariposa”. Esto nos permitirá por un lado, reflexionar sobre las destrezas y sobre el valor de las personas independientemente de su situación y de su condición psico-física, y por otro lado, concienciarnos de que todos tenemos “capacidades diversas”.

Por último, conviene tener en cuenta estos breves consejos para mejorar nuestra Autoestima:

1) Querernos e intentar mejorar aquello que no nos gusta.

2) Cuidar nuestra imagen y salud sin obsesionarnos (por ej. practicando algún deporte).

3) Hacernos conscientes de nuestros logros y confiar en nosotros mismos.

4) Proponernos nuevos retos y metas adaptadas y equilibradas (ni muy fáciles, ni muy difíciles).

5) No generalizar nuestras experiencias negativas, aprendiendo de nuestros errores.

6) Convertir nuestros pensamientos negativos en positivos.

7) Aprender a calibrar las opiniones ajenas.

8) Disfrutar el presente.

En definitiva, es importante que desarrollemos al máximo estas dos habilidades emocionales (el autoconocimiento y la autoestima) lo cual no será tarea fácil,  pues implica nuestro compromiso de llevar a cabo un proceso continuo de superación personal.

 

(*) Licenciada en Derecho y Máster en Derecho Internacional