Intermediación en Quesería Cultivo

Continuamos nuestro asedio non stop a empresas de interés para los integrantes de Lanzadera Km.0 de Retiro. La segunda parada ha sido bastante especial. Digamos que hemos dado con una especie de Steve Jobs del queso, que ha conseguido revolucionar el concepto de quesería. Nosotros, en aras de empaparnos de mentes e iniciativas preclaras que aporten su granito de arena a nuestro cometido, no hemos querido perdérnoslo. En la calle Conde Duque se ubica la Quesería Cultivo. No una tienda cualquiera, sino un proyecto que aúna quesos artesanales con una idea que, siguiendo con el símil anterior, bien podría considerarse una especie de Apple Store  de este alimento lácteo.

Nos recibió su emprendedor, Rubén Valbuena, un tipo con una filosofía y un discurso tan atrayente como inspirador. Para presentar la Lanzadera, no había un candidato mejor en esta ocasión que nuestro compañero Samuel, tecnólogo de los alimentos y un gran experto en este ámbito. Aquí os mostramos la curiosa y original forma que tuvo ‘Samu’ de presentar nuestro sello “Jobstorming”, (esa forma de trabajar que nos define a base de esfuerzo colectivo). Sacrificio, talento, creatividad, pasión… estas y otras más fueron las porciones que conformaban ese queso en el que se resumía la esencia de la Lanzadera.

LA AVIDEZ DE UN SOÑADOR CON ACTITUD

Rubén tomó el testigo para contarnos cuál es la porción del éxito más importante para él: ¡La actitud! la priorizó por encima de cualquier aptitud o formación. Tras conocer su historia, entendimos el porqué. Su proyecto nace en una pequeña granja llamada Cantagrullas, en una zona rural próxima a Tordesillas. Desaconsejado por sus allegados, este osado, de profesión geógrafo, se empecinó en hacer un proyecto de quesos artesanos desde ese punto enclave perdido de Castilla y León, carcomido por la depresión económica que lo rodea. Llamando a innumerables puertas para conseguir financiación, ha conseguido dar con la tecla para llevar su marca, no solo por España, sino por otros países como Francia o Ruanda. Así, de la nada.

En ese periplo, el proceso de curación de su idea le llevó a luchar por el pequeño productor, y por todos aquellos artesanos que hacían sus propios quesos. De esa forma nació la mencionada Quesería Cultivo. Eso sí, no cualquier forma parte de ella. Hablamos de nombres exclusivos, personas que han hecho puesto cariño y esfuerzo en sus quesos, dándoles su toque personal. “Quesos con rostro”, tal y como reza el axioma del proyecto. De ahí en adelante ha seguido con muchas iniciativas, hasta llegar al que pronto inaugurará, una cafetería donde los productos que acompañarán a los café serán derivados lácteos. Su objetivo es dar un precio justo al productor de café, quitándose intermediarios y ayudar a la sociedad pues todos sus trabajadores serán personas con problemas de inserción laboral.

Nosotros nos quedamos con esta frase: “Administrar la pasión es muy importante porque te permite pensar”. Él ha reconocido haber aprendido a hacerlo a base de tropiezos en su vida y eso, sin duda, ha sido una lección importante para nosotros, sobre todo, ahora, que es lo que más le estamos echando a nuestra lanzadera.

Rubén Valbuena, reinventor del mundo del queso, amante de las redes sociales como principal altavoz de su idea, rompedor de estereotipos rurales y osado con convicción. La visita nos ha reportado una porción de inspiración que, en la fase de crucial de búsqueda de sueños laborales en la que nos encontramos, nos ha dado una bocanada de aire fresco. Nuestro proyecto solidario funciona orbitando alrededor del citado “Jobstorming”, el suyo, alrededor del concepto de “Cheese Storming”. En ambos hay algo en común: la actitud. Esperamos que, al igual que él, a base  de constancia, demos pronto con una esencia del éxito que nos permita, no solo desarrollar nuestra formación, sino nuestra pasión por lo que hacemos.