Un Erasmus es una experiencia vital con la que se crece personal y profesionalmente. Conocer nuevos métodos de hacer las cosas, nuevos contactos, nuevas culturas… Las Lanzaderas de Madrid hemos visto en este proyecto una oportunidad perfecta para extrapolarlo con nuestro objetivo de mejorar y ampliar nuestra visión como miembros de una lanzadera concreta y conocer cómo se trabaja en otras.

Esta semana hemos tenido la oportunidad de llevar esa idea a cabo… y el resultado no ha podido ser más satisfactorio. Nuestros compañeros Carlos y Bea pasaron a formar parte, por un día, de la Lanzadera de Vallecas, donde pudieron nutrirse del espectacular ambiente de cohesión que reina en su equipo. Nuestras compañeras Marga y Sandra también se aventuraron a hacer este singular viaje en la Lanzadera de Usera, donde participaron en su trabajo interdepartamental intercambiando conocimientos, poniendo en común pareceres para optimizar las tareas y empapándose del espíritu de emprendimiento que caracteriza a este equipo.

En la Lanzadera de Retiro recibimos la grata visita, de José Manuel y Vanessa, por parte de Usera, y de Guillermo, por parte de Vallecas. De igual forma, mediante dinámicas y debates, establecimos un feedback ameno y participativo para dar a conocer el ambiente del equipo y conseguir que se sintieran bien acogidos. Es la esencia Erasmus, al fin y al cabo, salir de la zona de confort para crecer fuera de ella.

De la experiencia nos llevamos la satisfacción de haber compartido talentos desarrollados desde otras perspectivas, otras formas diferentes de distribuir el trabajo y de obtener resultados y, sobre todo, el haber profundizado en ambientes cuya ilusión nos ha resultado una bocanada de aire fresco para lo que nos espera. Así da gusto viajar y acoger.