¡Qué Nevada!¡Qué frío!...Buenos días a todos!! Como venimos haciendo desde hace algunas semanas, hoy abrimos ésta con un nuevo artículo, realizdo por nuestra compañera Mari Paz Clemente Calvo. Espero que os guste tanto como a nosotros. Esperamos que os identifiquéis como nosotros lo hemos hecho!

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Había una vez un joven al que le regalaron una semilla. La plantó y esperó con paciencia a que creciera. Todos los días la cuidaba, la protegía del fuerte sol en verano y del intenso frío en invierno. El tiempo pasaba pero la planta no brotaba.

Día tras día iba a visitarla, seguía los consejos de los agricultores, la abonaba, la regaba, siempre con una sonrisa, siempre feliz y con la esperanza de ver crecer la semilla que hacía ya muchísimo había plantado.

Y de repente ahí estaba, un pequeño brote. El joven se quedó contemplándolo, incrédulo,durante largo tiempo, al final el cansanci se apoderó de él y se quedó dormido.
A la mañana siguiente la planta estaba enorme, no paraba de crecer, floreció y más tarde dio frutos.

Todo el tiempo que el joven dedicó al cuidado de la planta, con ánimo, esfuerzo y dedicación dió el resultado por el que había estado luchando.

Mª Paz Clemente Calvo.