20 personas desempleadas han comenzado a entrenar una nueva búsqueda de trabajo en la Lanzadera de Empleo de Trujillo, impulsada por la Junta de Extremadura, el Ayuntamiento y Fundación Santa María la Real, con la cofinanciación del Fondo Social Europeo.
El equipo de la lanzadera está constituido por 20 personas desempleadas (14 mujeres y 6 hombres) con edades comprendidas entre los 19 y 57 años. Tienen diversos perfiles formativos (ESO; Formación Profesional, Bachillerato y estudios universitarios) y proceden de diferentes sectores, como hostelería, construcción, biología, educación social, comunicación, o ingeniería, entre otros.
María del Carpio Romero es la técnico de la Fundación Santa María la Real que ha realizado el proceso de selección y la encargada de gestionar la lanzadera durante los próximos cinco meses. Explica que es un grupo heterogéneo, con experiencias muy variopintas, con el que entrenará una búsqueda de trabajo en equipo, para que puedan mejorar su motivación, conocer nuevas herramientas de búsqueda de trabajo, reforzar sus competencias transversales y multiplicar sus oportunidades de inserción.
“Saben que buscarán empleo de forma novedosa y en equipo, pero tienen curiosidad por saber cómo se materializa el trabajo diario en el programa. Todos luchan por encontrar un empleo, pero creen que algo están haciendo mal. Quieren orientación para aprender nuevas técnicas, entrenar entrevistas, acercarse a las empresas mejor preparados. Estás muy motivados y confían que la lanzadera les ayudará a ello”, agrega María del Carpio Romero, quien agradece al Ayuntamiento y al Sexpe la colaboración brindada en la difusión del programa y la captación de usuarios.
¿Qué harán en la Lanzadera?
Durante los próximos cinco meses, se reunirán varios días a la semana en locales del Centro del Conocimiento (Calleja del Portugués, 6), cedidos por el Ayuntamiento. Llevarán a cabo sesiones de coaching e inteligencia emocional, dinámicas de comunicación, marca personal y búsqueda de empleo 2.0; entrenamiento de entrevistas personales; elaboración de mapas de empleabilidad, visitas a empresas, reuniones con emprendedores y procesos de intermediación laboral con responsables de Recursos Humanos.
“Tenemos cinco meses por delante y un gran reto. Por mi parte, les brindaré mi apoyo y ayuda para conocer nuevas herramientas, facilitar el trabajo en equipo e impulsar el cambio de actitud”, concluye María, que anima a voluntarios, empresas y sociedad en general a visitar la lanzadera, conocer al equipo, buscar sinergias y aportar su granito de arena en la lucha contra el desempleo.
