Seriedad, compromiso y perseverancia son las tres aptitudes que mejor me definen como profesional. Mi nombre es Javier, y soy un carpintero reconvertido en informático.

Me explico: comencé a trabajar a los 17 años como aprendiz de carpintería, y de ahí en adelante adquirí experiencia, entre otros, como operario industrial en empresas de distintos sectores, peón de bodega, operario de limpieza industrial y almacén, reponedor… Pero lo que más me gustaba y en lo que más tiempo trabajé fue en la fabricación de muebles.

Como consecuencia del cambio vivido, participé en un programa de orientación laboral, que me llevó a retomar mis estudios, aprobando con buenas notas en 2015 el Grado medio en sistemas microinformáticos y redes. Si todo va bien, en el próximo curso empezaré el Grado superior en Administración de sistemas informáticos en red (ASIR) ya que es la rama que más me gusta de la informática.

Mis mayores aficiones son viajar, el bricolaje, navegar por Internet y la mayor de todas: la música. Soy baterista amateur y autodidacta, y he llegado a participar en dos grupos de forma simultánea, de estilos muy distintos, lo que me ha permitido seguir aprendiendo en dos direcciones al mismo tiempo. Gracias a ésta experiencia he podido desarrollar la dedicación y perseverancia (ya que estudiar un instrumento musical, y más si es por tu cuenta, requiere dedicar mucho tiempo y de manera constante); y el trabajo en equipo en un grupo, que va desde componer las canciones conjuntamente hasta el simple hecho de cargar y montar los instrumentos.

En ésta nueva etapa de mi vida, lo que principalmente busco es seguir desarrollándome como profesional I.T., aunque no descarto otros trabajos en sectores  como la carpintería-ebanistería, operario industrial, de bodega, de limpieza, carretillero o conductor carnet B.