Trabajo en equipo y LEGO, las claves para ser un buen líder

Un buen Líder no es aquel que se limita a dar órdenes y a imponer su manera y visión de hacer las cosas, sino aquel que es capaz de coordinar esfuerzos y conocimientos, y que tiene la capacidad de sacar lo mejor de cada miembro de equipo para la consecución de un objetivo común. Sobre este tema hemos hablado y trabajado hoy con Raquel de APES (Asociación para la Prevención y la Educación social), y con sus compañeras Patricia y Marta.

Hoy en día, en un entorno sociolaboral tan volátil, incierto, complejo y ambiguo (nuestro ya viejo conocido Entorno VUCA) existen ciertas habilidades o rasgos personales que parecen obligatorias. Una de ellas es la capacidad de liderazgo, pero no todas las personas se sienten cómodas o realizadas en este rol, y no por ello son menos válidas o profesionales.

Para empezar, en esta sesión hemos abierto un debate por grupos sobre las bondades o mezquindades del trabajo en equipo. Ha habido opiniones de todos los colores, pero al final hemos llegado a la misma conclusión: el trabajo en equipo resta para sumar. ¿Que cómo es esto posible? Pues porque cada individuo resta individualmente para poder realizar un reparto efectivo y compensado de tareas, y el conjunto o resultado de esto es una Suma, así, con mayúscula.

Con el fin de trabajar diferentes roles dentro de un equipo de trabajo, Raquel nos ha propuesto varias dinámicas interactuando con LEGO. En la primera debíamos crear una pieza determinada siguiendo unas instrucciones. Para ello elegimos equipos, nombramos a nuestros líderes, repartimos tareas y nos fijamos un tiempo de consecución del objetivo. Para la siguiente dinámica cambiamos los equipos y los líderes, y esta vez hicimos una pieza sin instrucciones, dejando volar nuestra imaginación.

Además de lo divertido y ameno de las dinámicas, hemos aprendido cosas realmente interesantes. Cuando trabajamos en equipo, todos debemos permitir que la información que recibimos de los demás se mezcle con nuestras propias ideas. En nuestro caso, somos un grupo muy heterogéneo tanto personal como profesionalmente, pero funcionamos como un engranaje perfecto porque tenemos claro nuestro objetivo y, lo más importante, porque realizamos una planificación previa para lograr alcanzarlo.

A través de la formación de Raquel, y asumiendo diferentes roles en cada actividad, algunos de nosotros hemos descubierto en nosotros mismos o en los demás ciertas dotes de liderazgo que creíamos inexistentes o que percibíamos como algo negativo. Nos encontramos con que dependiendo del contexto en el que estamos nos podemos sentir más cómodos en una posición o en otra. También aprendimos que un buen Líder ha de ser empático y, ante todo, saber escuchar.

Como bien dice Raquel, la clave está en que cada uno encuentre y asuma en que rol se siente más cómodo, para así poder realizarse y desarrollarse tanto personal como profesionalmente. Ahora, sólo nos queda seguir trabajando para implementar nuestras habilidades y encontrar ese rol en el que nos sintamos como pez en el agua y seguir creciendo un poco más cada día. Queremos agradecerles de nuevo a Raquel, Patricia y Marta esta mañana tan productiva y divertida, y seguro que nos vemos muy pronto para trabajar en nuevos proyectos que ya os iremos contando. Hasta pronto equipo!