Taller Comunicación no verbal

 

Hoy hemos tenido la suerte de contar con Silvia, una profesional que ha impartido un taller sobre comunicación no verbal. A continuación, vamos a realizar un resumen sobre la ponencia. 

Mediante posturas y gestos expresamos intenciones y sentimientos. Según estudios realizados entre el 60% y el 80% de nuestra comunicación es no verbal, por lo tanto, sin nosotros ser conscientes nuestro cerebro recibe e identifica este lenguaje y nuestro cuerpo actúa en consecuencia.  
Si conocemos este tipo de comunicación podremos usarla a nuestro favor cuando nos enfrentemos a una entrevista de trabajo. Además, es importante saber y tener en cuenta que, en general, los responsables de recursos humanos tienen nociones de este campo, lo que les facilita leer a los candidatos más allá de las palabras. Los puntos que destacamos del taller y a los que consideramos hay que prestar más atención son:

- La postura de los brazos y piernas. Si están cruzados denotan rechazo.

- Las palmas de las manos. Hacia dentro es signo de que ocultamos algo, sin embargo, las palmas hacia fuera son sinónimo de honestidad.

- El apretón de mano deberá ser de un intervalo aproximado de 5 segundos, con una fuerza media y tener cuidado de que la palma de nuestra mano esté seca, así expresaremos seguridad y confianza. 

- Y lo más importante, no mentir. Las mentiras se reconocen, entre otras cosas, por las incongruencias entre lo que nuestro discurso dice y lo que nuestro cuerpo muestra. Éste nos delatará a través de cambios fisiológicos como, por ejemplo, sequedad de boca, sudoración, falta de contacto visual, dilatación de las pupilas pues queremos captar todos los movimientos del receptor para saber si está todo bajo control e, incremento del flujo sanguíneo, produciendo la típica picazón de cabeza o nariz (ahora podemos encontrar lógica a la película Pinocho), con estas demostraciones fisiológicas el cuerpo manifiesta el temor a ser descubiertos. 

Es muy importante saber que, la comunicación no verbal, es compleja y no basta con sólo un indicio para determinar rechazo en la persona o pensar que esté mintiendo, sino que han de haber varios gestos o expresiones que lo confirmen. Por ejemplo, rascarse únicamente la nariz no tiene qué significar que está mintiendo, sin embargo, si varios de los gestos mencionados anteriormente se producen a la vez o en un intervalo corto de tiempo, entonces seguramente si se está mintiendo. 
Podemos concluir diciendo que la sesión ha sido muy productiva, dinámica y divertida Y, sobre todo, nos ha hecho entender que existe un mundo mucho más allá de las palabras y que nuestro cuerpo habla por sí solo.