Seguimos conquistando nuevos territorios: ¡tres nuevas inserciones!

Hoy, que se habla tanto de trabajar por objetivos y por proyectos; hoy, que se da tanta –y tan merecida- importancia al trabajo en equipo; y hoy, que también se trata de valorar más, en su justa medida, el aprovechamiento del talento individual, las habilidades, etc. Hoy tenemos que hablar del desarrollo que todo esto tiene en nuestro día a día en la Lanzadera, que en buena medida adopta estos patrones de funcionamiento a imagen y semejanza de cómo lo hacen las empresas. Hoy celebramos, como siempre con el agridulce sabor de las despedidas, que tres -sí, nada menos que tres- de nuestros compañeros han obtenido la merecida recompensa al aprovechamiento que han hecho de su trabajo en la Lanzadera, y se han incorporado a sus respectivos nuevos puestos. Ellos, como todos los que anteriormente habían logrado ya su objetivo, han aportado su buen hacer en el devenir cotidiano de la actividad del equipo, y ahora que han obtenido su justo premio, es el momento de agradecérselo y hacer un poco nuestro también su logro.



Pero sepamos quiénes son los protagonistas de todo esto. Si pensamos en la viva imagen de lo que es un buen tipo, con un buen carácter, siempre amable, siempre dispuesto, siempre con la palabra certera en el momento justo y sin perder la sonrisa incluso si las cosas se tuercen, estamos hablando de Juan José Cruz Fuentes. Juanjo es de esa clase de gente que sabes que nunca te va a dejar tirado, que pone al servicio de los demás su carácter práctico y organizado, y que, además, sabes que hasta cuando cumpla noventa años seguirá dispuesto a aprender cosas nuevas, con esa sonrisa afable que no cambia con el paso del tiempo porque es su marca de identidad. Ahora todo esto lo verán, y se beneficiarán de ello, en una conocida empresa salmantina, que colabora habitualmente con la Lanzadera y en la que, también hay que recordarlo, Juanjo no va a ser el primer compañero de la Lanzadera en cumplir su objetivo.



Tenemos también claros ejemplos de la certeza de la sabiduría popular. ¿Quién no ha oído alguna vez aquello de que “el que la sigue, la consigue”? Pues eso es justo lo que ha hecho nuestro compañero Roberto Hernández Benito. Empieza a trabajar en cadena de producción de una conocida empresa del sector del descanso, a la que él ha ido y ha vuelto, ha seguido con tenacidad y rigor las opciones de trabajo y nos las ha ido contando, ya que era uno de sus objetivos prioritarios. Y ha hecho esa labor de contacto aprovechando la metodología de la Lanzadera, siendo el  hombre adecuado, en el lugar adecuado, en el momento oportuno. Pero como es muy modesto, nos daba las gracias a todos por haberle ayudado como equipo… Seguirá así, sin ponerse medallas que seguramente le correspondan, y dejará la huella de un trabajo bien hecho partiendo de un nivel de autoexigencia muy alto, por lo que, aunque él no lo diga, le auguramos un futuro que le hará tan feliz como merece.



¿Y qué decir de José Antonio Santano Vázquez? Es nuestro líder en el equipo de comunicación, función que el viene como anillo al dedo por su carácter curioso, capaz, organizado, siempre alegre y dispuesto a todo. Y no de cualquier manera: él es el responsable del diseño del tríptico que nos sirve como carta de presentación en nuestras visitas a las empresas, y es también quien cuida nuestra imagen y se encarga de la difusión en redes sociales. Decir que es una persona implicada y con iniciativa es decir la verdad, pero faltaría algo si no añadimos que lo hace con un carácter que contagia optimismo y ganas de seguirle, porque predica con el ejemplo. Y ese ejemplo pasa también por una manera concreta de entender la vida y el trabajo: responsable, resolutivo, y enfocado siempre a unos resultados de calidad. Todo esto le va a venir muy bien en su nueva labor, en la recepción de una residencia de personas mayores –fruto de la labor de seguimiento que él mismo, junto con otros compañeros del equipo, ha venido haciendo en las últimas semanas-, donde el trato esmerado que le caracteriza y su capacidad de gestión multitarea serán unas habilidades de enorme utilidad.

El equipo sigue caminando, y como decíamos en nuestra presentación, vamos encajando como piezas en un puzzle. Las muchas alegrías que vamos contando suponen una motivación y un impulso renovado para todos, y suponen la constatación de que el trabajo que iniciamos allá por marzo, la metodología de la Lanzadera, y, ¡cómo no!, el acompañamiento y guía de nuestra técnica, Mar Quintero, junto con el buen hacer de un equipo que rema en la misma dirección, da para esto y para más. De lo cual, por supuesto, daremos cumplida noticia.