No quisiéramos poner un punto final a lo que por suerte para todos está comenzando.  Nuestro recorrido por la lanzadera ha sido cuando menos un descubrimiento personal lleno de pequeñas sorpresas. Un grupo de personas muy diversas con muchas ganas de aprender, con inquietudes tanto en el terreno profesional como personal y espíritu de búsqueda e iniciativa. Un grupo de personas convertido en equipo después de tantos meses, donde en muchos casos ha supuesto un antes y un después en la vida de cada uno en diferentes aspectos. La valentía, la toma de decisiones, la confianza, el apoyo y sobre todo el cariño, han hecho posible que hayamos desarrollado competencias que no conocíamos y capacidades y destrezas nuevas, cargándonos   de energía renovadora.

Hemos sentido el apoyo y la confianza de nuestra capitana Conchi, sin su brújula no hubiéramos ido encontrando el norte, y eso te lo agradecemos de corazón. Una guía como tú es un lujo.

Compañe@s, un placer para este equipo poner letra a este último fragmento, lleno de tod@s vosotr@s, de cada pensamiento, de cada sensación, de cada momento en nuestras mentes. Gracias por vuestra generosidad, por ese compartir diario. Seguramente la vida nos regale con algún encuentro más, y que lo que hemos vivido siga extendiéndose a otros espacios, tanto profesionales como personales.

Gracias también a tod@s los que hacéis posible estos proyectos, Fundación Santa María la Real y al Ayuntamiento de Valladolid, que cargan las pilas y nos impulsan y ayudan a crecer.

Y como escribió Mario Benedetti “No te rindas, aun estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo...”

Un abrazo enorme, y a seguir soñando despiert@s.