Provocando encuentros afortunados o relaciones duraderas entre empresa y candidatos

En la Lanzadera, uno de nuestros objetivos es dar a conocer el proyecto Lanzaderas de Empleo y Emprendimiento a las empresas para que descubran una cantera de personas con una actitud diferenciada. Esta semana, tuvimos la próspera visita de Jovita Latorre y Mariona Molí de Óptima, una empresa que lleva 25 años trabajando por hacer crecer a las personas para que crezcan las empresas, o para expresarlo de una manera aún más poética, se dedican a propiciar relaciones (laborales) duraderas entre las personas y las empresas.

Por una parte, explicaba Jovita, se hace una selección en función de los conocimientos y la trayectoria que sea adapten al puesto, pero hay que tener muy en cuenta los valores y la aptitud de los candidatos para ver si encajan con los de la empresa. Por mucho que se cumplan los dos primeros requisitos, si no hay feeling entre las partes, la relación no irá hacia adelante. Es decir, cuando surge la chispa entre empresa y candidato, la relación deja de ser meramente mercantil. La persona es feliz en su trabajo y es mucho más productiva y proactiva, lo que repercute beneficiosamente en la empresa.

 

Durante la visita, tuvimos la oportunidad de presentarnos. Jovita y Mariona quisieron saber qué era aquello que hace clic en nuestro interior, o como lo llama Ken Robinson, cuál es nuestro elemento. Después, Jovita nos confesó que es una pregunta que le gusta mucho hacer porque da numerosa información sobre cómo es la persona, qué le gusta, cómo valora las cosas… Y añadió, no hay respuestas acertadas o erradas y lo que vale para una empresa, no vale para otra; por suerte, cada uno somos de una manera.

 

Nunca se sabe dónde se dará el encuentro afortunado. Éste, sin duda, ha sido una oportunidad fantástica para la Lanzadera, para nosotros y para Óptima de ampliar nuestras redes de contactos.