El otro día hablábamos de que vivimos momentos de cambio, de que la situación actual no es estable y nos exige modificar algunas rutinas, ya sea en el trabajo o en la búsqueda de éste. Hoy, seguimos ahondando en ese tema.

Las empresas viven también en este entorno cambiante y, en consecuencia, están sometidas a la necesidad de repensarse y ser ágiles en la adaptación. Las personas que forman parte de estas empresas son las que determinan la destreza de su organización para lidiar con el cambio. Por eso, en este entorno ya no se trata de ser reactivos y saber adaptarse, sino de ser proactivos en la búsqueda del cambio, ya que éste nos conducirá a la mejora continua.

Efectivamente, aquella famosa frase de Einstein, si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo, tiene hoy día máxima vigencia.

Esta semana en la Lazandera también tuvimos la visita de dos miembros de la pasada edición, Tania y Eduard, que nos contaron su periplo y reforzaron con sus ejemplos aquello de lo que hablábamos: la proactividad, la ampliación de la red de contactos y la voluntad de aprendizaje continuo, son fundamentales en estos tiempos revueltos.

Nosotros provocamos el cambio. ¿Tú?