Hace ya unos días, vimos el cortometraje El circo de las mariposas, una película sobre cómo miramos a los demás y cómo nos miramos a nosotros mismos. La intención de esta visualización era hacer una reflexión acerca del concepto de liderazgo y dirección, además de disfrutar de unos minutos de hermosura.Una de las frases del corto, nos hizo pensar que tal vez prestemos demasiada atención a las limitaciones y no nos admiremos lo suficiente con las posibilidades que se presentan: “Lo que este mundo necesita es un poco de hermosura”. Así, la hermosura es la capacidad de hacer cualquier cosa que uno se proponga y la posibilidad de lograr el objetivo. La belleza está en intentarlo, en desprenderse de las creencias limitantes que nos imponemos o que otros nos imponen.
Fomentar esas posibilidades es lo que hará el líder, aprovechando su liderazgo tratará de que imperen las fortalezas y no las debilidades. Esta posición de liderazgo no la tienen solo los jefes o aquellos que nos influyen, también la ejercemos sobre nosotros mismos a través de cómo nos miramos y lo que nos decimos, por tanto, reforcémonos y veámonos a través de ese espejo de hermosura.