Llegó el final, que es el inicio de todo.

Era 24 de octubre del 2018 y las manecillas del reloj marcaban las 9:00 de la mañana. Era un día nublado, con frío, unas cuántas gotas de lluvia y veinte personas nos dirigíamos con optimismo pero sin rumbo conocido a un acontecimiento que debía cambiar nuestras vidas, nuestra historia, nuestro futuro. La neblina no nos dejaba ver el camino, pero ahí estaba ella, nuestra guía, nuestra coach, quien nos iluminaría de confianza, era quién nos mostraría y marcaría nuestros pasos a seguir. Su presencia imponente y aptitud positiva, que con el tiempo no sólo fue quién consolaba nuestras lágrimas, fue aquella persona que nos ayudaría a salir de la incertidumbre que rodeaba nuestra vida personal y laboral, nos mostraría el verdadero mundo laboral y como salir exitosos de las adversidades. Era nuestra Técnica de Empleo, Irene Nardiz, quien dirigiría la primera Lanzadera de Empleo en Castilleja de la Cuesta.



Si tuviéramos que hacer un análisis, dividiríamos los 5 meses de trabajo en 3 etapas importantes. Siendo la primera el autoconocimiento. Durante diferentes dinámicas como por ejemplo La Ventana de Johari tuvimos la capacidad de conocernos, descubrir nuestras competencias, darnos cuenta de nuestras habilidades y fortalecer nuestra confianza. El camino fue duro, porque tuvimos que luchar con el pasado, con la frustración y la desconfianza que  se había generado por nuestra situación laboral. Sin embargo, como buena capitana, sabía cómo dirigir su barco y dejarnos a cada uno en puerto seguro. Y los resultados empezaron a llegar desde la primera semana. La primera gran noticia para nuestra Lanzadera fue la obtención como Lanzadera del mes a nuestra compañera Ainoa, quien demostró desde el primer momento su capacidad de análisis y compromiso.



Pero La Lanzadera de Castilleja de la Cuesta tenía hambre de éxito y al poco tiempo y luego de un largo proceso de selección se nos fue María José Del Valle, quién inauguró nuestro panel de estrellas consiguiendo empleo en una prestigiosa empresa inmobiliaria. La Lanzadera de empleo empezaba a mostrar sus frutos y el resto del equipo se encontraba motivado en la búsqueda de empleo.



Era importante conocer nuestras competencias y habilidades para poder empezar a conocer las herramientas que utilizaríamos para impactar ante las empresas. El equipo siguió trabajando y era hora de afinar detalles de nuestro Curriculum Vitae, desarrollar habilidades de comunicación y conocer una herramienta poderosa como el elevator pitch que nos ayudaría a dar a conocer nuestras competencias en menos de un minuto. Seguíamos avanzando pero cada vez éramos menos, primero fue Lucrecia, luego Manuel Jesús, Estefanía y María todos ellos consiguieron empleo en diferentes sectores como Turismo, Banca, Comercio y Administración. Lo logros iban saliendo y los objetivos se venían cumpliendo.



Durante el receso por fiestas  dos personas encontraron su camino y decidieron realizar un curso de Certificado de Profesionalidad, que les permitiría actualizarse y así potenciar sus conocimientos para tener mayores y mejores oportunidades laborales, es así que tuvimos que decirles hasta luego a Virginia y a Toñi. También nuestra benjamina Andrea consiguió un curso de Hostelería con el que definir su futuro camino.



La tercera etapa fue de campo, el contacto con el tejido empresarial era importante e imprescindible. No sólo era necesario dar a conocer el programa sino para que nosotros nos diéramos a conocer. Era trascendental que empresas sepan que hay un equipo de personas que han trabajado duro para poder tener una oportunidad y demostrar que podemos potenciar un equipo de trabajo. Es aquí donde visitamos empresas como Coca Cola, Leroy Merlin, Asisttel, Ines Rosales, Soccer Factory, Fundación CEPAIM, Masa Bambini, Aossa, Grupo Dian y Randstad. En ésta etapa también tuvimos bajas obligadas por inserción laboral, ahora se fueron Soraya, Inma, Emi, Pilar, Celia y Ainoa; todas consiguieron empleo en el sector donde se habían especializado.



Lo importante de éstos cinco meses, es que a pesar de que muchos integrantes salieron del programa en diferentes momentos, siempre nos mantuvimos informados y en continuo contacto para que la información aprendida pueda llegar a cada uno de nosotros con el objetivo de que éstas herramientas nos sirvan para el futuro.



Siendo 27 de marzo, antes de  cerrar el telón y apagar las luces solo podemos decir GRACIAS por tan buenos momentos llenos de alegría, de aprendizaje y de optimismo. El camino del empleo es largo y no termina hasta nuestra jubilación, así que no podemos decir adiós, solo podemos decir que LLEGÓ EL FINAL QUE ES EL INICIO DE TODO.

 

Head Photo by Wesley Eland on Unsplash