¡Haz tu currículum más atractivo!



 

Hoy vamos a darte unos consejos básicos sobre cómo conseguir que tu currículum sea más llamativo, tanto en contenido como visualmente.

 

Ante todo, es aconsejable realizar un currículum por cada puesto al que postulamos. Esto implica una fase previa de investigación, debemos tener claro qué es lo que demanda la empresa y el puesto en concreto. De esta manera, lo orientaremos específicamente a los requisitos y competencias exigidos en aquél, lo cual nos ayudará bastante a dar el perfil que la empresa busca.

 

Depende del caso, pero si es posible, intenta no confeccionarlo demasiado extenso y sobrecargado. Ponte en el lugar del seleccionador, si ponemos muchas cosas no facilita su lectura y comprensión, además de no ser en nada atractivo a la vista, con lo que podría correrse el riesgo de que el reclutador lo descarte sin ni siquiera leerlo.

 

El Currículum es nuestra tarjeta de presentación, por lo que, aunque nos valgamos de alguna plantilla, debemos darle nuestro toque personal, recuerda que hay que ser auténtico. No tengas miedo a ser creativ@ (eso sí, gradúalo dependiendo del tipo de empleo al que optes). Eso marcará una diferencia respecto del resto y captará la atención de la persona encargada de la selección.

 

Es recomendable valernos de una foto nuestra actualizada y en color, situándola a la derecha si el currículum es vertical, o a la izquierda si optamos por hacerlo en horizontal. La ventaja de este último es que nos permitirá incluir más contenido en una sola hoja.

 

Puedes ayudarte de plantillas que encontrarás en internet o de programas que te darán la libertad de crearlo a tu estilo o a lo que mejor se adapte a tus necesidades. Eso sí, ten en cuenta que debe ser organizado y si sigues un esquema que sea siempre igual (cuidado con variarlo que hace que el reclutador se pierda y le cueste encontrar información), primero tu nombre, foto, datos Personales, algo sobre ti, formación, experiencia con las funciones realizadas en donde has trabajado, tus competencias y habilidades, tus competencias lingüísticas e informáticas y datos de interés, como disponibilidad, carnet de coche etc.  

 

Te dejamos un ejemplo de cómo debería ser un curriculum.  

 

Identifica los valores y necesidades perseguidas por la empresa -que podemos obtener, por ejemplo, a través de su página web-, y a continuación haz una relación de aquellas competencias que encajarían con los mismos. Si quieres un cierto impacto visual, puedes incluso emplear en tu currículum los colores propios de la empresa.

 

Todas las ofertas disponen de un perfil duro y uno blando.

 

*Perfil duro: son las características necesarias para desempeñar el puesto y que no son sustituibles, por ejemplo si quiero contratar un Médico necesitaré que tenga la Licenciatura de Medicina, ya que sin dicha titulación no puede ejercer, otros ejemplos son el Cap para Camioneros o cualquier profesión titulada.

*Perfil Blando: son aquellas características que nos gustaría que tuviera un candidato, aquí nos pueden pedir lo que quiera y se suele entender como méritos o se valorará, por ejemplo un segundo idioma, manejo de un programa concreto, o competencias como orientación al cliente, entre otras.

 

Para las características de “perfil duro”, relaciona en tu currículum (después de los datos personales) aquello que es fundamental para el puesto ya sea tu formación, experiencia laboral –incluida aquella que de alguna forma no podemos acreditar, pero que nos ha enriquecido con competencias idóneas para la oferta-, habilidades técnicas o informáticas, idiomas, así como otros conocimientos valiosos que poseas, situando en primer lugar los que concretamente sean prioritarios. No incluyas nada que no se corresponda con la realidad y omite aquella información que sea irrelevante, como hemos dicho anteriormente debemos facilitar la lectura al reclutador que lee muuuuuchos Cv a lo largo del día; solo pon la información que corresponda y te favorezca para el caso concreto. Recuerda siempre que la primera mitad superior es la parte más visible del CV.

 

Para el “perfil blando”, entonces destaca aquellas competencias personales tuyas que respondan mejor a la oferta de empleo (iniciativa, trabajo en equipo, empatía, gestión del estrés…). Llegados a este punto, no pienses que no posees apenas competencias. Te recomendamos, en tal caso, que eches un vistazo a nuestro post anterior ¿Somos realmente conscientes de nuestras competencias laborales? . Te sorprenderás de todo aquello de lo que eres capaz.

 

Esperamos que estos pequeños consejos te hayan servido, al menos, de orientación a la hora de confeccionar tu currículum, y recuerda: no decaigas en la búsqueda activa de empleo.