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Elena Rodríguez

Técnico Superior en Educación Infantil y Educadora Social

Trabajando

Alumna de mis grandes maestros, los niños de 0 a 3 años, desde hace 12 primaveras, cada día aprendo y descubro algo nuevo con ellos y de ellos. De los peques he adquirido mi pasión por mi trabajo, la energía y ganas de seguir adelante en todo momento. Soy como ellos, pues sigo creciendo constantemente, con nuevas formaciones, descubrimientos, charlas, investigaciones, cursos,... hasta el punto de tener más de 7500 horas formativas a mi espalda. Mi tesón y perseverancia me han permitido terminar la carrera de Educación Social a la vez que estaba trabajando, creciendo profesionalmente y opositando.

Gracias al trato con los padres durante estos 12 años, tengo una gran capacidad de planificación y desarrollo en sesiones de trabajo dirigidas a familias; así como un increíble don de padres. Sé que trabajando con ellos una escuela mejor es posible; por lo que es hora de empezar a soñarla y ponerla en pie. Ya que como dice un proverbio africano: "Para educar a un niño hace falta la tribu entera." Es por esto, que debemos trabajar en equipo, para crear una mayor conexión con los pequeños, tanto en su desarrollo, como en su educación; partiendo del hecho de que cada familia es única e irrepetible, al igual que sus hijos e hijas.

Como dice Paulo Freire, "Enseñar exige saber escuchar"; y ésta es una de las características que más me definen, junto con un gran capacidad de observación y empatía; ya que considero que debemos empezar a mirar la vida tal y como la miran los niños; es decir, siempre hay que intentar ver más allá de lo que nuestros ojos pueden percibir. Me apasiona observar y escuchar a los niños para poder realizar una enseñanza personal e individualizada con cada uno de ellos; donde cada pequeño aprenda mientras se divierte y pueda desarrollar cada uno de sus talentos, capacidades y potencialidades; porque para mí cada niño es único y valioso con sus increíbles diferencias.

A pesar de la experiencia que tengo, soy un lienzo en blanco, porque estoy contantemente aprendiendo y creando nuevas ideas, proyectos e iniciativas innovadoras; lo cual hace de mí una fábrica de sueños con una creatividad sin límites.

Aprender es imaginar, por lo que aspiro a un trabajo en el que se combinen todas mis capacidades y habilidades para poder ofrecer una infancia mejor tanto a los niños como a sus familiares; porque sé que el trabajo conjunto con las familias es de gran importancia, y más en estas tempranas edades.

Educadora de sueños, luchadora, con capacidad resolutiva y polivalente, con gran adaptabilidad y tolerancia a los cambios. Comprometida con mi trabajo, paciente, diligente, proactiva y motivada por aprender y enseñar cosas nuevas constantemente; así como por emprender nuevos retos y metas.

Mi objetivo laboral se resume en la frase "Educando bonito para reinventar la infancia".

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