Desde los 8 años entreno, compito y vivo la lucha leonesa, un deporte federado, autóctono y leonés que me ha enseñado a no rendirme y a mejorar constantemente, interiorizando sus valores como la disciplina, la modestia, el respeto y la lealtad.

De mi pasión por el deporte en general, y la lucha leonesa en particular, me he dado cuenta que el trabajo en equipo es la mejor manera para conseguir unos resultados óptimos. Esta idea salió más que reforzada de mis estudios de TAFAD (grado superior en animaciones físicas y deportivas), donde aprendí a gestionar los recursos que requiere cada actividad y adaptar éstas a las necesidades de cada persona.

Además descubrí otra de mis pasiones, la fotografía. Gracias a ella, he adquirido la capacidad de mirar desde diferentes puntos de vista, ampliando el campo de visión para buscar todas las opciones y tomar la mejor decisión.

Para aunar mis dos pasiones, me llevo mi cámara a todas las competiciones. Eso me permite vivir y ver la lucha leonesa, como luchador y desde la distancia que me proporciona la cámara.

En el tiempo que llevo en los corros con mi cámara en mano, me he dado cuenta que soy prácticamente el único que une un deporte tan tradicional, como es la lucha leonesa, con un trabajo tan actual como la fotografía digital, lo que me convierte en un pionero sin miedo a los retos.

Como solemos decir en los corros ¿Hay quien luche?