The End

Y hoy termina la Lanzadera. Una experiencia que al principio nadie imaginó que nos iba a cambiar tanto como lo ha hecho.



Si bien es cierto que hemos aprendido un sin fin de nuevas herramientas para nuestro camino de búsqueda de empleo, lo más importante es el desarrollo que hemos conseguido a nivel humano. Una pequeña familia que nos ha regalado momentos muy muy divertidos, otros más tristones e incluso alguno muy duro que nos ha servido para conocernos mejor, tanto como grupo como a nivel individual.

Es curioso como algunos de los primeros participantes, pese a coincidir poco con ellos se han involucrado en continuar y fortalecer nuestros vínculos, siendo parte importante de nuestra vida fuera ya de la lanzadera.



Las cosas no pasan porque sí… creo que prueba de ello es que el perfil de nuestra técnico ha sido fundamental en un grupo donde una gran parte de los participantes no sabían muy bien qué querían, no se conocían o incluso tenían muchos miedos, y que en el día a día, hemos conseguido ir superando. No se me ocurre mejor persona que Aida para ayudarnos en nuestros caminos, tanto laborales como personales. Agradecerle su implicación con cada uno de nosotros, su paciencia y sobretodo formar parte ya de nuestras vidas, como una de esos “amarillos” de los que habla el escritor Albert Espinosa <<Ellos son el nuevo escalafón de la amistad, esas personas que no son ni amantes ni amigos, esa gente que se cruza en tu vida y que con una sola conversación puede llegar a cambiártela>>.

Si tuviéramos que definir nuestra experiencia en la lanzadera con una sola palabra sería UBUNTU.