Después de casi 80 días recorridos en la Lanzadera de empleo de Ourense, uno no debe olvidar jamás que siempre algo emocionante está por llegar.
El 5 de septiembre, nada más que en la ciudad del peregrinaje por excelencia, recorrimos nuestro camino hasta llegar a conocer a nuestros compañeros de otras Lanzaderas de Galicia. Es cierto que fuimos los primeros en emprender esta aventura en Galicia, y lo que más nos ilusiona es ver como muchos compañeros ven que has estado haciendo un gran trabajo.
En nuestra intervención comentamos las experiencias vividas en la Lanzadera y poder así dar nuestros consejos a los demás compañeros.
Lo más importante es sobre todo compartir esta historia que cada uno comenzó en un momento determinado de su vida y por razones diferentes. Todos formamos parte de este gran puzzle que un visionario en su día decidió ponerlo en marcha.
De este encuentro hemos obtenido un gran aprendizaje. Hugo de la Lanzadera de Marín, comentó que somos más efectivos ayudando a los demás, dando palabras de aliento…
Dejar que los compañeros encuentren el valor que está ciego ante tus ojos, ese muro que creaste, esa soledad y esa frustración que nació en tu hogar por la falta de empleo consigue que esa energía vuelva a tu vida con más fuerza de la que algún día tuvo. Definitivamente, el trabajo en equipo es una gran arma para enfrentarse al mundo y quitar lo más positivo de cada uno de nosotros. Algo que nos transmitió en su ponencia María Jesús Viña de la Lanzadera de Santiago de Compostela.
Nuestro granito fue aportado por Chiara realizando dinámicas de grupo para todos los participantes. Bailamos una muñeira, se contó un chiste, buscamos personas con diferentes características hasta conseguir hacer un BINGO un tanto alocado, recorrimos la sala a ciegas formando un tren…
No podíamos terminar este blog sin hacer una mención especial a Joan Cruz, Director de Coordinación territorial. Nos dedicó unos segundos y fue un honor el haber podido contarle nuestra experiencia y recibir sus consejos, los cuales tendremos en cuenta.
Nosotros seguiremos el camino cargados de vivencias que ya forman parte de nosotros y quizás para algunos la Lanzadera termine sin un puesto de trabajo pero al final de este viaje no nos vamos con las manos vacías.