En busca de la entrevista perfecta

¿A cuántas entrevistas te has presentado?, ¿Cuántas dirías que han sido perfectas?, Sin conocerte creo conocer tus respuestas: muchas y ninguna.

Y es que detrás de una entrevista de trabajo hay un mundo de estrategias psicológicas para poder saber quién eres en el menor tiempo posible y conocer, no lo que ya dice tu currículum, sino lo que no dice.

La Lanzadera nos ha permitido poner en práctica esta prueba que debemos superar para acceder al puesto de trabajo. Para ello, hemos realizado dinámicas de roll play en el que representábamos entrevistas individuales de trabajo: uno hacía de entrevistador, otro de entrevistado y un tercero de observador, estas funciones serían rotatorias, de tal manera que todos interpretásemos al entrevistado. Todo esto sería grabado para visualizarlo posteriormente con todo el grupo.

Antes de empezar esta actividad, era necesario hacer un trabajo de investigación, tras elegir una empresa para la representación, era necesario informarse de la misma en las redes sociales, conocer su historia, su funcionamiento, sus objetivos,etc.  Este trabajo no es parte de la dinámica solamente, es parte del trabajo que tenemos que realizar si se nos brinda la oportunidad de concertar una entrevista. El conocimiento es poder, y cuanto más sepamos de la empresa a la que aspiramos más seguros nos sentiremos al contestar a las preguntas, además, de forma indirecta, estás mostrando un interés mayor por el puesto de trabajo.

Retomando la actividad que realizamos, tras todas las grabaciones, faltaba hacer lo más importante, visualizarlas con todo el grupo. La finalidad era, a través de críticas constructivas y sinceras, conocer los errores y las virtudes a la hora de afrontar una entrevista.

Las conclusiones que sacamos de esta experiencia son varias:

  • Para empezar, en una entrevista se valora todo, lenguaje verbal, no verbal, posicionamiento del cuerpo... el conjunto de todas esas acciones lanza un mensaje al entrevistador de si estamos interesados o no en el puesto. Si estamos excesivamente relajados (totalmente apoyado en el espaldar de la silla, brazos colgando, expresiones informales...) muestra desinterés en el puesto o incluso soberbia, sin embargo, estar completamente tenso, distante y contestando con respuestas muy cortas muestra inseguridad.
  • También concluimos la importancia de saber organizar nuestro discurso, si hemos organizado el currículum de una forma u otra, es para que el entrevistador siga ese guión, que generalmente suele ser: habilidades, formación y experiencia. Aprovechemos ese beneficio para llevar pensado lo que queremos decir y cómo queremos hacerlo. Hay muchas preguntas que podemos llevar estructuradas, sobre todo las que tienen que ver con nuestra personalidad y nuestras habilidades. Para ello debemos llevar estructurado mentalmente nuestro pitch, es decir, argumentario de venta que detalla nuestras habilidades para poder ponernos en valor mejor.
  • Otro error muy común es mezclar la formación con la experiencia. Hay que ser claros y concretos con nuestras respuestas, no querer decirlo todo junto en la primera pregunta y después estar repitiendo información en las siguientes preguntas.
  • Generalmente solemos mostrar nerviosismo en una entrevista, algo común, pero para camuflarlo tendemos a cometer ciertos errores como: hablar muy rápido, decir palabras que no tienen coherencia en la frase, decir muletillas de forma repetitiva, o tratar de mostrar tanta seguridad que a veces nos arriesgamos a caer en una actitud autoritaria o incluso prepotente.

En definitiva, en una entrevista se debe ser uno mismo midiendo cada paso que das. Para acceder a la empresa te valorarán por lo que ven y lo que oyen, cuando desempeñes tu labor en el puesto de trabajo te valorarán por quién eres.

Este tipo de actividades son necesarias en cualquier taller de búsqueda de empleo, primero porque pones en práctica lo que has aprendido o descubres que actúas de manera contraria a lo que has aprendido sin darte cuenta. Y segundo, porque te permite conocer en qué has fallado para poder mejorarlo. Deseamos volver a repetir esta actividad más adelante y ver cómo cada uno de nosotros ha mejorado.