El poder de una comunicación evocadora

Si la pasada semana supimos surcar los mares de la creatividad, esta vez nos quedamos en tierra, dispuestos a entrar en el bosque de las emociones y los sentimientos. Con destreza despejaremos el camino de la siempre peligrosa maleza de la melancolía y a través de una comunicación evocadora intentaremos llegar a vuestros corazones en un “flash back” a lo “Ciudadano Kane” o mejor aún con el veloz “Delorean” de “Regreso al Futuro” junto a Marty McFly y el “científico loco Doc”. Lo hacemos con el objetivo de ayudar a mejorar nuestra empleabilidad, aunque quizás se piense que no hay relación entre ambas situaciones.

 

¿Qué es evocar? Evocar es recordar algo percibido, aprendido o conocido, muchas veces con una buena carga emocional que vuelve desde la memoria o algo ajeno con lo que nos sentimos identificad@s por su relación o parecido con alguna situación propia. Manolo García en una de sus canciones dice que “en los vértices del tiempo anidan los sentimientos”. El grupo “Celtas Cortos” nos deleitó a una generación con aquello de “¿Recuerdas aquella noche en la cabaña del Turmo las risas que nos hacíamos antes todos juntos? “ Se trae algo ídílico del pasado con lo que nos sentimos cómodos y a veces de forma desacertada lo comparamos con el presente porque “ya no queda casi nadie de los de antes y los que hay han cambiado”.

 

El cine, la música y las letras tienden a la evocación. Y también las imágenes y claro, las fotografías. ¿Alguna vez te has planteado por qué las haces? Una explicación es subirlas a redes sociales para que nos vean lo que hacemos. No siempre hubo redes sociales. Hay otra mejor. Esas fotos nos permiten al verlas recordar esas emociones y momentos vividos. Bueno, y también saber qué hacíamos realmente en una fecha determinada.

 

Esto último, ¿no os suena a una selección de personal? La persona entrevistadora quiere escuchar de forma activa tu curriculum, es decir, las fechas y las experiencias laborales a lo largo de la vida. La memoria es selectiva y sabrá en la medida de lo posible dejar en nuestras mentes los buenos momentos de cada una de ellas. Con firmeza y una sonrisa en la boca podéis verbalizarlos dejando en la otra persona una magnífica sensación que incluso puede llegar a la empatía. Es el poder de una comunicación evocadora. Quién sabe si amb@s no habéis vivido situaciones similares...

 

Y estos asuntos de inteligencia emocional nos recuerdan a Patxi Rocha (@InnRocha), experto en formación, coaching y desarrollo, que nos visitó hace unos días. Os lo contamos entonces en nuestras redes sociales, especialmente en Facebook donde guardamos albúms de fotos de aquel momento junto a otros vividos en la Lanzadera del Alto Nervión. Ahí quedarán para que podamos evocarlas, para que la memoria no se pierda en el bosque y no nos juegue una mala pasada.