Hemos seguido trabajando nuestras capacidades con una nueva dinámica: La Torre Ciega. 

Dos compañeros interpretarán un papel: el obrero y el capataz. El obrero, con los ojos vendados, debe construir una torre con las piezas que se le proporcionan, siguiendo las indicaciones del capataz; no puede hacer ningún movimiento sin que éste se lo indique. El capataz, por su parte, no puede tocar ninguna pieza. La situación se complica cuando el obrero, pasados dos minutos, destruye de manera disimulada la torre, indicación que le ha sido dada antes de empezar la dinámica y que el capataz desconoce. Con esta actividad se pretende trabajar dos cosas: el trabajo en equipo y la reacción ante el fallo de un compañero.