Hoy el equipo cultural de la lanzadera, formado por Amelia Chicharro, Ana Ortiz y Rosario Serrano, hemos asistido a una grata visita, en la que hemos aprendido de manos de José María Gala, director de la Fundación Antonio Gala.
José María, desde el primer momento se mostró muy interesado por la iniciativa de las Lanzaderas de Empleo. Expusimos el trabajo que nosotras y nuestros compañeros estamos desarrollando cada día allí: desde el trabajo por los diferentes proyectos que estamos desempeñando (prospección de empleo, intervención con las fundaciones, instituciones y empresas) pasando por ejercicios para mejorar nuestra inteligencia emocional, hasta el vocabulario sobre “empleabilidad” que estamos aplicando a nuestra vida laboral.
Nos encantó el feedback que se estableció entre José María y nosotras en referencia a los paralelismos que existen entre la Fundación Antonio Gala y la Lanzadera (o entre ambos programas), tanto en el modo de trabajar en equipo, como en las sinergias que se fomentan entre perfiles tan diferentes en ambos programas e incluso las competencias clave necesarias para cualquier entorno laboral, esto es, la resolución de problemas y eficacia.
Sin un equipo ejemplar, sería imposible que existieran ambas iniciativas que revierten a la sociedad conocimiento y oportunidades de crecer. En estos dos casos concretos de la Fundación Santa María la Real y la Fundación Antonio Gala con formación, empleo y cultura, no podemos estar más agradecidos con este hecho.
Además, gracias a esta conversación, fuimos conscientes de la evolución progresiva que estamos logrando, desde ese lejano mes de marzo en que fuimos seleccionadas.
Para finalizar, nos hizo un recorrido guiado por el convento del Corpus Christi, nos enseñó cada zona común: patio, mirador con vistas inspiradoras, biblioteca privada, comedor, talleres de creación y habitaciones de los residentes. Nos contó la historia de la fundación y nos deleitó acerca del paso y obras de los artistas que habían pasado por esos muros. También, sobre los premios y el crecimiento personal y artístico que muchos de ellos alcanzan. Terminamos, en la exposición permanente de “Recuerdos de Antonio Gala” y en el salón de actos, admirando un mosaico de época romana descubierto bajo el edificio. Fue todo un redescubrimiento y un placer conocer la fundación.
Muchísimas Gracias a José María Gala, por recibirnos en vuestra casa de puertas abiertas a los jóvenes creadores, por aportar tanto y por su majeza infinita y amabilidad desbordante.
Y a Gala: Gracias por ser tan buen conciudadano y gracias por ubicar la Fundación Antonio Gala en Córdoba.