Comunicando nuestra esencia con Carolina San Miguel

 

Hoy hemos tenido el gusto de contar con la presencia de Carolina San Miguel, consultora en marca personal, formación y comunicación, que nos ha enseñado lo importante que es trabajar nuestra esencia y así encontrar nuestra ventaja competitiva. Es decir, trabajar en aquello con lo que los demás se quedan de nosotros, de lo que la gente habla de mi cuando no estamos delante. Pero, como bien ha señalado Carolina, no vale con identificar en qué somos buenos cada uno de nosotros, hay que saber transmitirlo. Y todo esto, en una sociedad en constante transformación y que ha cambiado por completo la forma de entender el mundo laboral, cobra todavía más importancia.

 

Aquellos empleos que duraban toda una vida han desaparecido y el hecho de ser bueno en tu trabajo no te asegura una estabilidad laboral. De ahí radica la importancia de, como bien nos ha mostrado Carolina, convertirnos en auténticos Nómadas del Conocimiento. Es decir, en personas que se adaptan con agilidad y rapidez a los cambios, amplían sus conocimientos de manera constante, conocen las herramientas online, pueden aportar valor al mundo profesional y, lo más importante, son capaces de comunicar todo esto a los demás. Hacen visible su ventaja competitiva.

 

Pero ¡Cuidado! ¡No vale con mostrarnos de cualquier manera! Hay que cuidar muy bien la huella que dejamos en los demás. Por ejemplo, las Redes Sociales como Twitter o Facebook son herramientas que pueden convertirse en un arma de doble filo. Carolina apunta que es importante hacernos ver, pero también nos advierte que podemos no obtener un empleo por subir fotos inapropiadas, o hacer comentarios inapropiados, sobre temas tan aparentemente inofensivos como el fútbol.

 

En definitiva, trabajar nuestra marca personal para triunfar en un entorno profesional en constante transformación como el actual se hace imprescindible y hoy, gracias a Carolina San Miguel, somos más conscientes de ello que nunca.

 

Esperamos que vuelvas pronto a esta tu nueva casa, llamada Lanzadera de Vila-real.

 

¡¡¡Un millón de gracias!!!