El pasado, martes 21 de marzo, tuvimos el gusto de que Marian Hurlé, experta en RR.HH y Desarrollo de personas en Divisadero, nos visitara. Su intervención, cercana y a la vez profesional, nos aproximó un poco más a otra versión de los procesos de selección de personal y nos permitió adentrarnos en los entresijos y la manera de pensar del personal que se encuentra al otro lado, gestionando un proceso de selección.
Partiendo de unas mínimas nociones a propósito del tipo de preguntas en las que se dividen las entrevistas de selección de personal (agresivas, neutras y cordiales), su exposición no se abordó desde la concepción teórica sino más bien desde la auténtica práctica y las inquietudes y dudas que al respecto de un proceso de selección teníamos los integrantes de la Lanzadera de Gijón allí reunidos. A Marian Hurlé le mueven las personas y disfruta sacando lo mejor de ellas mismas, y eso hizo esta mañana; a través de nuestras experiencias, temores e incertidumbres logró exponernos otro prisma con el que debemos abordar las entrevistas.
¿Por qué un entrevistador hace en determinadas ocasiones esas preguntas comprometedoras o imprevisibles? Nos comentaba que lo que se busca es la naturalidad y conocer verdaderamente la personalidad del profesional que demanda ese puesto de trabajo. De lo que se trata, muchas veces, es de alejar al entrevistado de su zona de confort, de todo aquello que tan estudiado y ensayado tiene. Igualmente, destacaba la importante psicología que se debía tener para considerar factores que no son determinantes como los nervios propios de un momento de tensión.
Otro de los temas sobre los que se abrió el debate fue la dificultad para comprender por qué no hemos sido seleccionados para un puesto. Al margen de la enorme demanda, la igualdad de formación en los currículum, que tu expresión verbal vaya acompañada y por el mismo camino que tus gestos; es de suma importancia que tus valores y tu personalidad encajen con lo demandado por la empresa; de ahí la consideración que se le dan a los test de personalidad y psicotécnicos que, muy bien decía Marian, no eran determinantes ni garantizaban con total seguridad sus resultados. Estos test, nos añadía la experta, están siempre influenciados por el estado de ánimo presente de la persona, y únicamente nos orientan y permiten tener más datos para la elección.
Otros aspectos comentados durante la mañana fueron los temas tabú sobre los que no se debe hablar en una entrevista o nuestra posición frente al personal de RR.HH, siempre con una actitud de elección, de hacerse valer; sin soberbia pero con la consciencia de que existe una necesidad mutua, tanto de la empresa como del trabajador. Remarcó su preferencia personal de los conocimientos y la experiencia de un profesional frente a la formación, poniendo de ejemplo las deficientes prácticas que se realizan en las carreras universitarias dando prioridad a los contenidos teóricos.
 A la hora de elaborar un currículum debemos tener siempre presente el objetivo que buscamos que no es otro que conseguir entrevistas y que se acuerden de nosotros. Nos dio algunos consejos de todo lo que sí se debe incluir y de lo que es mejor obviar a la hora de redactar el currículum, subrayando la importancia de la participación en la Lanzadera de Empleo por todos los valores que de dicha experiencia se desprenden. “Que seas o hayas sido miembro de una lanzadera a mí me dice mucho de esa persona”-finalizó.
Y como no podía ser de otra forma, Marian Hurlé concluyó su visita con una reflexión final a propósito de las etiquetas que frecuentemente nos aplicamos a nosotros mismos o  que la  sociedad nos implanta, y que lamentablemente se aleja de la realidad; y nos animó a creer en nosotros mismos, a perseguir nuestros sueños con fuerza, a encontrar esa energía que nos mueve.
Sin lugar a dudas, en la Lanzadera todos vamos ya por la dirección correcta.

Muchas gracias, Marian por tu intervención, esperamos poder cruzar nuestro camino contigo en otra ocasión.