Balbino Gonzalez nos visita para compartir su visión de las entrevistas

A veces nos planteamos la entrevista de trabajo como una súplica para conseguir el trabajo, pero realmente ¿es así?

Para Balbino González las entrevistas deben ser una negociación, en la que tanto entrevistador como candidato deben tratarse de igual a igual. Una conversación en la que tanto uno como otro tienen cosas que ofrecer.

 

En la visita que nos hizo en Mieres, Balbino nos trasmitió que habitualmente como candidatos lo que peor vendemos es nuestra experiencia profesional. Esto es debido a que en determinadas ocasiones consideramos que una determinada función o un puesto no encajan con lo que estamos solicitando. Nos insistió en que debemos pensar que toda la experiencia que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida laboral, nos puede aportar aprendizajes para  el nuevo puesto que solicitamos, aunque a priori pueda parecer que no tiene que nada que ver uno con otro.

Para el, como objetivos principales en una entrevista, se encuentran obtener datos como conocer que sabe hacer ese candidato, que sepan solucionar problemas en la empresa, a veces incluso por encima del hecho de tener conocimientos técnicos. También desea ampliar la información que ve en el curriculum, integrar información y negociar.

 

Como consejos para enfrentarnos a una entrevista nos dijo que intentemos conocer tanto la empresa como el puesto que oferta, que seamos puntuales ya que el llegar tarde, aún con una justificación, no suele quedar bien. Pero el hecho de llegar con demasiada antelación nos hace parecer ansiosos. Desean que el candidato sea claro y conciso al responder a las preguntas, pero sin llegar al extremo de que le tengan que sacar las respuestas con cuentagotas.

 

Al existir una serie de preguntas que se suelen hacer en casi todas las entrevistas, es bueno preparar las respuestas. También debemos cuidar mucho tanto el aspecto personal como el lenguaje no verbal.

 

También nos habló de que básicamente existen dos tipos de entrevistadores, uno “profesional”, el cual no tiene creencias predefinidas, se guía por lo que puede ser mejor para el puesto. En cambio el entrevistador “no profesional” sí que tiene esas ideas preconcebidas, siempre intentara buscar un empleado similar a él en cuanto a formación, carácter, etc.

 

Un triunfador se levanta y busca las circunstancias, y si no las encuentra… las fabrica   (George Bernard Shaw)