Técnicas y dinámicas para la resolución de conflictos

En la Lanzadera de Empleo de La Rinconada hoy hemos abordado un tema tan importante para el buen funcionamiento de los grupos como es la resolución de conflictos. Todos hemos tenido en algún momento de nuestras vidas algún conflicto con otras personas incluso con nosotros mismos sin que necesitemos a nadie más. Todos los conflictos tienen en común la contraposición de intereses y la existencia de discrepancias. Cuando un conflicto llega a buen puerto y termina por resolverse estamos ante un conflicto funcional, mientras que si no se resuelve, sería un conflicto disfuncional. La dinámica grupal "Gane lo máximo posible" nos hizo visualizar y sentir las emociones que intervinenen en los conflictos y que hay que tener en cuenta.

Siguiendo la teoría de Thomas & Kilman analizamos los cuatro estilos de resolución de conflitos: ganar/ganar, ganar/perder, perder/ganar y perder/perder. Cada uno de estos estilos dependerá de dos variables: los intereses personales y las relación con los demas así como el interés de las otras personas.

Por último hemos visto algunas premisas claves para resolver un conflicto de manera funcional: 1) Identificar cual es mi objetivo en el conflicto 2) Valorar las emociones 3) Empezar siempre con un estilo ganar/ganar 4) Cuidar mucho la comunicación y la escucha activa porque la mayoría de los conflictos tiene como origen una mala comunicación. 5) Ser una persona asertiva en nuestra  tantoen  la comunicación verbal como en la no verbal.  6) Centrarnos en el objetivo como valor absoluto sin distraernos poniendo el foco en otros detalles 7) Contemplar más opciones de las que parecen haber a simple vista para lo que requeriremos grandes dosis de creatividad 8) Partir siempre de los elementos comunes desde donde será más fácil llegar a una estilo ganar/ganar.

La resolución de conflictos es una pieza clave en cualquier grupo humano y una habilidad transversal a la hora de incorporarse a un equipo de trabajo. Con estas claves seremos capaces de gestionar los conflictos que vayan surgiendo para que no se cronifiquen y llegue un momento en el que ya no sea posible resolverlo de manera positiva.