Siempre positivo, nunca negativo

¿Por qué es importante levantarse cada mañana pensando en positivo? ¿Podemos convertir los pensamientos negativos en positivos?

Piensa en cinco cosas que quieres hacer y cinco que debes hacer. Ahora convierte esas cinco que tienes que hacer con la fórmula "Si yo no hiciera... entonces pasaría...". La clave es darte cuenta de que si no cambias de actitud, tendrás los mismos resultados que hasta ahora. Además seguirás con la nube gris, repartiendo malas caras y echando a perder la energía del mundo. Cambiar de actitud es una responsabilidad que todas las personas tenemos con nuestro entorno, pues las emociones se contagian y hacen que el mundo tenga otro color.

Trabajando este tema en una de las sesiones, nuestra técnica compartió con nosotras y nosotros una historia: El abrigo de Pupa. Pupa tenía un abrigo desde pequeña que poco a poco iba llenando de miedos: a quedarse sola, a estar con las demás, a dar un paso, a quedarse quieta,... El abrigo cada vez se hacía más y más pesado, hasta que un día se cansó y cogiendo el coraje que hasta ahora no había tenido lo soltó. Se sintió tan libre y liviana que echó a volar.

El aprendizaje que extraemos de este cuento es que muchas veces el miedo nos frena y nos lastra para lanzarnos al mundo y conseguir nuestras metas.



La actitud se valora en todos los ámbitos en los que una persona pueda encontrarse, y el trabajo no es excepción. Las empresas tienen cada vez más en cuenta que seas una persona positiva, que puedas ayudar a las personas con las que trabajas y crear un buen ambiente de trabajo en el que exista una visión de equipo y compromiso con los objetivos de la empresa. Así que ya sabes, haciendo caso a la famosa crítica que le hacía Van Gaal a un periodista en una rueda de prensa resumida en la frase "¡Siempre negativo, nunca positivo!", es mejor darle la vuelta a tortilla y convertir lo negativo en positivo.

Un gran consejo para los y las integrantes del equipo, que tendremos en cuenta en nuestra andadura profesional.