Preparando las entrevistas de trabajo

Habiendo empezado la fase de acción y ,habiendo empezado a planificar las intermediaciones con las empresas, ha llegado el momento de aprender a fondo como dar lo mejor de nosotros, tanto al presentarnos como en las entrevistas, para incrementar al máximo nuestras posibilidades de conseguir el empleo.

 

Lo primero que hay que tener en cuenta es que el currículum es nuestra tarjeta de presentación y es importante adaptarlo según al tipo de empleo que optemos. Por ejemplo, si nos presentamos a un cargo relacionado con el diseño gráfico, sería una buena idea demostrar nuestras habilidades creando un currículum vistoso y detallado. Mientras que, si optamos a un puesto administrativo, quizás sería mejor optar por un currículum más sencillo dependiendo de la empresa.

 

Una vez conseguida la entrevista, hay que tener en cuenta tanto quién te está entrevistando, como el tipo de entrevista que es. 

 

Por ejemplo, si se trata de una entrevista grupal con dinámicas de equipo, hay que ser conscientes de que se está observando nuestro comportamiento al actuar como equipo y el hecho de que seamos capaces aportar lo mejor de nosotros.

 

 

Pero, si por otra parte, nos enfrentamos a una entrevista individual hay que saber mantener el interés del entrevistador, demostrarle que somos la persona indicada para el puesto a través de nuestro entusiasmo, confianza y conocimientos sobre tus funciones a ejercer.

 

Investigar la empresa para conocer su situación, sus objetivos, sus perspectivas de futuro, etc. es SIEMPRE una genial idea ya que nos ayuda a presentarnos con mayor confianza a la entrevista, porque conocemos mejor el entorno en el que estamos adentrándonos además de que demuestra nuestro interés por la empresa. Hay que tener en cuenta que las empresas buscan ante todo compromiso y honestidad por parte de sus empleados.

 

Nadie es perfecto, todos tenemos debilidades. Pero también tenemos la capacidad de convertir nuestras debilidades en fortalezas. ¿Edad muy alta? ¡Eres experimentado! ¿Poca experiencia? ¡Pues más facilidad para asimilar las novedades!

 

Para finalizar, hacer hincapié en lo que quizás sea el detalle más importante en una entrevista. El lenguaje “No verbal”. Nuestra pose, nuestros gestos, sonreír, el hecho de desviar o mantener la mirada...Todo puede jugar en nuestra contra si no controlamos nuestros nervios. Es muy importante mirar a los ojos al entrevistador, demostrar interés en lo que nos pregunta y responder calmada y honestamente a las preguntas. 

 

No temas quedarte en blanco unos segundos, de hecho, detenerte a meditar la respuesta muestra que no tenías la respuesta ya premeditada, sino que la estás planteando en el momento y estás siendo honesto.

 

Y con esto nos despedimos desde la Lanzadera de Torrent. Seguimos trabajando para mejorar nuestras capacidades y esperamos que estas líneas os ayuden un poco a asistir con más calma a las entrevistas y que podáis darlo todo.