Hace casi dos meses empezamos esta aventura, desde entonces  hemos podido conocernos en profundidad como personas y como profesionales. Hemos estructurado y puesto en marcha los proyectos, trabajados juntos y reído. En todo este tiempo nos hemos aportado cosas fundamentales. Hoy ha sido una de esas veces que una de nuestras compañeras ha tenido la capacidad de compartir con todos nosotros su experiencia, investigación y sabiduría haciendo nuestra experiencia vital más rica y dándonos herramientas para conocernos en mayor profundidad. Esa persona ha sido María Linares, que nos ha explicado qué es el mindfulness rematando la píldora informativa con dos actividades prácticas que no han dejado a ningún integrante indiferente. ¿Qué es el mindfulness o la atención consciente? Una actividad en la que se busca lograr un estado de atención plena al momento presente, donde dejamos estar los pensamientos, sentimientos y emociones sin alterarlos ni juzgarlos.  María profundiza en esta práctica y previamente nos habla de la forma en que normalmente funciona nuestra mente con la llamada “mente de mono” se refiere a las acciones que realizamos sin darles importancia o sin ser consciente de ellas. Un ejemplo de las acciones que hacemos por inercia sería asearnos por la mañana o desayunar. La técnica de mindfulness busca una reacción contraria del cerebro en pos de aportarnos diferentes beneficios. Esta práctica nos ayuda a desarrollar nuestra capacidad de experimentar el malestar con aceptación y compasión.  Para los primerizos es normal encontrarse con conflictos al descubrirse y por tanto es tan importante la repetición.  María explicaba con naturalidad algo que se nos escapa día a día y que podría hacer de nuestras vivencias algo más agradable y consciente: “Es necesario aceptar las emociones, pensamientos y sentimientos como algo que nos acompaña sin intentar negarlos”   También recalcaba la importancia, en la medida de lo posible, del pensamiento objetivo con esta metáfora: “ Los pensamientos, sentimientos y emociones son las fichas, pero nosotros somos el tablero de ajedrez. Las fichas no nos definen, pueden cambiar, siendo nosotros su razón de ser.”

Por último recalcar que el piloto automático o “mente de mono” nos amarra al malestar pues al no ser consciente de ellos nos crean incertidumbre y en cambio si identificamos lo que nos ocurre podemos distanciarnos de lo que sintamos o pensemos y saber que no somos esto sino que esto es algo que nos está ocurriendo en ese momento concreto.