La rana Gaspar

Gaspar González es una de esas personas capaz de cambiar el mundo a mejor en tan solo unas horas. Algo así como un mago de cuento, un genio de la lámpara… o mejor dicho, una rana. Sí, porque detrás de la imagen de la rana Gaspar existe todo un mundo de buenas intenciones, mejores acciones y sobretodo ganas de que vivamos mejor y de verdad.

 

La historia de la rana Gaspar se rodea de momentos divertidos, positivos, optimistas, solidarios, también momentos tristes y de aceptación,... y es la mezcla de todos ellos lo que convierten a la rana en una ayuda para continuar con nuestras vidas siendo más consciente de lo bueno que nos rodea, de esos detalles que damos por hecho, y que viene muy bien que un batracio nos recuerde el porqué somos unos verdaderos privilegiados y como cada día cuenta.

 

No desvelaremos la historia de la rana Gaspar, ya que cuando la cuenta él mismo pasa de ser una muy bonita historia, a ser un ejemplo de cómo voltear la vida. Solo decirte que si estás leyendo esto y tienes la oportunidad de ir a una de sus charlas, no te lo pierdas, porque de verdad que saldrás con una visión un tanto diferente de la que llevabas antes de escucharlo.

 

El otro día tuvimos la suerte de recibir ese impulso de conocimiento y visión de la vida los compañeros de otro programa de empleabilidad de Ontinyent, nuestros compañeros de la Lanzadera de Villena y los participantes de nuestra lanzadera.

 

La rana Gaspar, una forma de ver la vida siendo optimista (que no ingenua) y solidaria (que no caritativa). Gracias a Gaspar, a Gasparín, a la rana y a cada uno de los protagonistas que nos ayudaron a cambiar la forma de ver las cosas.