¿La creatividad está en los genes?

 

Es normal pensar que solo es creativo quien escribe la letra de una canción, quien pinta todos los días una nueva obra de arte, quien tiene la facilidad para generar melodías desde la nada, quien construye piezas arquitectónicas maravillosas y ¡sí! estas personas son creativas.

Pero ¿sabes? tu también lo eres, sí, tú; el que ahora se está preguntando ¿yo?.. Para nada...Sí, tú, la que  piensa que la creatividad es “esa cosa” que sólo tienen unos cuantos “elegidos”. Pues escucha, o mejor, léeme.

La raíz etimológica de la palabra creatividad deriva del latín “creare” la cual está emparentada con “creceré” lo que significa crecer por lo tanto la palabra creatividad significa “crear de la nada”. Todos los seres humanos tenemos la facultad de crear, es por esto que la creatividad es un rango esencial de la persona  y si bien hay personalidades que pueden tener un sentido de la creatividad más desarrollado que otros (han invertido, invierten e invertirán mucho tiempo en el pensamiento creativo)  todos, en algún modo, somos capaces de crear y de inventar nuevas cosas, ideas o reflexiones.

Porque la creatividad es un concepto que actualmente goza de muy buena prensa, se toma en sentido positivo, ahora todas las compañías quieren gente creativa  pero no siempre ha sido así. En la edad media era noción de blasfemia y en el siglo XIX no era un término muy popular, cuántas veces hemos oído eso de “deja de soñar pon los pies en el suelo….”

Pero la creatividad es puro método. Se aprende a ser creativo como se aprende a leer, se puede aprender creatividad incluso después de que el sistema nos la haya hecho desaprender. Así que ¡enhorabuena, eres creativa o creativo!  Solo tienes que poner en marcha tu pensamiento creativo y dedicarle tiempo; dedícale minutos, horas, días, semanas y poco a poco te convertirás en  esa persona creativa que nunca pensaste que llegarías a ser!

Nosotro, en la lanzadera ya hemos experimentado la importancia de dedicar tiempo a la creatividad. Realizamos una dinámica en la que a partir de figuras geométricas (una circunferencia y dos triángulos), teníamos que dibujar lo que se nos ocurriera en 10 segundos. En un principio y como podréis imaginar, solo salieron dibujos elementales; pero en una segunda ronda y dedicándole 10 minutos…. ¿te imaginas que pasó? ¡Ahí te dejo que maravillas se pueden crear si en vez de dedicar 10 segundos dedicamos más!