Jornadas "Elevados al Éxito". Álvaro Vizcaíno

 “Ríndete... Álvaro, ríndete… Si te rindes, te darás cuenta que eres diez veces más fuerte”.

 Así comenzaba la narración de Álvaro Vizcaino, protagonista de una historia real en la que tuvo que enfrentarse de manera radical a sus dos grandes miedos: la muerte y la soledad. Posteriormente, ha sido llevada al cine en la película, “Solo”.

 Tras sentir que la vida se le escapaba de las manos, Álvaro, surfista madrileño, decide trasladarse a Fuerteventura, para superar su sentimiento de insatisfacción, ya que pensansaba que la ciudad era la causa de su vacío interior.

 En una de sus escapadas por la isla, decide hacer sur en una playa desierta cerca de Cofete. Pero un “mal paso”, le hace resbalar hasta quedar colgado de un acantilado. Entonces se da cuenta de que la caída le causará una muerte instantánea, o queda mal herido, si lograra sobrevivir. Su mente tiene que asumir una situación tan dramática, y decidir si salta en el mejor momento, cuando haya olas debajo del acantilado que amortiguen su caída y aumentar así sus posibilidad de supervivencia.

 Tras “negociar” con el miedo que tiene a saltar, y se impulsa con todas sus fuerzas en el momento más adecuado.

 Sobrevive, pero queda muy mal herido; rotura de la cadera, y uno de los brazos inutilizados.

 Intenta llegar a la superficie para respirar, pero por más que lucha, entra en colapso y se desmaya varias veces. En ese momento de stress por su inminente ahogamiento, acepta  que va a morir, pero sobrevive milagrosamente. No sabe de donde ha salido su energía, pero la vida le ha dado una nueva oportunidad (posteriormente, tras hablar con médicos especialistas le dicen que su cuerpo entró en descompresión, es decir, se reseteó).

 Ahí se da cuenta que todos tenemos los mismos miedos: a la muerte, a la soledad, al sufrimiento, al fracaso o al futuro.

 También descubre, que debemos conocernos a nosotros mismos, y escucharnos.

 Y lo más importante, debe seguir su instinto e intuición, ya que no puede confiar en que alguien venga a rescatarle.

 Por tanto, decide “negociar” con sus miedos, ser consciente de ellos, y asumirlos. Vivir es decidir tu objetivo, a pesar de tus miedos. Tener el miedo como fuente de inspiración, y encontrar el propósito de tu vida: si sabes tu “para qué”, el “cómo” aparecerá solo. Además, como te trates o lo que hagas contigo, empezarás a tratar o hacerlo también con los demás, y con tu entorno.