Jessica Montiel: reflexiones sobre las jornadas educativas de inclusión

 

Hemos tenido el placer de poder acudir a la jornada organizada por la asociación Alboreá: A favor de la inclusión educativa y formativa de las niñas y jóvenes gitanas en la Comunidad de Madrid. Una labor que busca generar un espacio de consulta, reflexión y aprendizaje recíproco, en el que se puedan abordar nuevos enfoques para la visibilidad y el empoderamiento de las jóvenes gitanas. El comienzo ha tenido lugar con la muy buena interpretación por parte de la familia Losada del himno de la mujer gitana: Sin miedo a la libertad. 

 

Uno de los temas centrales ha sido la problemática del absentismo escolar, respaldado por los datos estadísticos nos hace preguntarnos el porqué. El interés en las causas que lo provocan es importante para llegar al ¿Cómo lo solucionamos? ¿Cómo y qué medidas deben aplicarse?

 

Si se trata de abordar una problemática que está afectando a un colectivo social desde únicamente perspectivas ajenas al propio colectivo no será posible el entendimiento de esta realidad social tal y como la viven las propias protagonistas. Para poder trabajar de una forma efectiva en ello hay que analizar el problema desde la perspectiva de las personas que lo viven, teniendo en cuenta la multitud de cuestiones que influyen pero también poniendo el foco en todos los agentes que intervienen.

 

Si nos centramos sólo en los números nos quedamos en la superficie del problema sin conocer las causas. Vemos un absentismo alto y un rendimiento que se ve afectado por ello, si no lo analizamos nos quedaremos con la estigmatización y el imaginario ya creado, esto hace que se aborde desde la "mirada del otro", lo que lleva a la implantación de medidas que no obtienen los resultados esperados.

 

El propio colectivo no se identifica con las formas y contenidos de las medidas, es muy importante tener en cuenta el sentimiento de pertenencia y la identidad cultural. Esto hará que las personas quieran participar porque se sentirán parte de ello, incluídos como parte del proceso de cambio. La participación del colectivo gitano y de todos los agentes implicados durante todo el proceso es clave, más aún cuando estamos hablando de empoderamiento.

 

Es necesario que todos tomemos conciencia y a partir de ahí trabajar a una para evitar que se reproduzcan "intactas" estas dinámicas y patrones culturales y, por tanto, que lo vivan de igual forma las siguientes generaciones. Por ello, es también clave abordar toda esta cuestión desde una perspectiva feminista, que permita que se muestre a las verdaderas protagonistas, las niñas y mujeres gitanas, como lo responsables y capaces que son de su propia formación, de su empoderamiento.

 

También se destacaron el desconocimiento de la cultura gitana y la falta de referentes gitanos en la escuela, donde apenas tiene presencia. Es importante el reconocimiento de los referentes, esto fortalece el sentimiento de pertenencia, la identificación y el reconocimiento del niño y la niña gitana. Tanto en el fracaso como en el éxito escolar influyen multitud de factores, pero es realmente determinante, en ambos, el reconocimiento del estudiante como capaz.

 

La inclusión no será efectiva si se realiza unilateralmente, lo más importante es la participación, el diálogo y el trabajo entre todos los agentes implicados: escuela, familia, administraciones, asociaciones, etc. Desde y con el colectivo gitano.

 

Educar a una persona es educar a su familia, a su entorno.