Grupo Andrés acoge con los brazos abiertos la visita de la Lanzadera

En cualquier negociación, la situación óptima y deseable es cuando las dos partes ganan. En el caso del trabajo que venimos haciendo en la Lanzadera, ha sido enormemente evidente esa buena disposición mutua cuando hablamos de Grupo Andrés. Son una empresa conocida y avalada como referente por su liderazgo en la distribución de neumáticos en España y Portugal, y con presencia creciente a nivel internacional. Pero son mucho más que eso, ya que el grupo ha ido creciendo firmemente desde sus orígenes, manteniendo la esencia como empresa familiar, y abarcando otros ámbitos, de lo cual es un claro ejemplo Undanet, empresa tecnológica especializada en el desarrollo de software a medida.

Ya el año pasado Dolores Muñoz, participante de la anterior edición de la Lanzadera, consiguió su objetivo incorporándose a su plantilla. De hecho, en una visita que nos hizo hace poco, nos habló con tanto entusiasmo de su experiencia, que había muchas ganas en el equipo de conocer por dentro el funcionamiento y la manera de ser y de trabajar de esta empresa salmantina.

Nos recibió Carlos Barbero, responsable de RRHH del grupo, con quien iniciamos un recorrido por sus instalaciones en el que contamos, en un detalle muy de agradecer, con el saludo y acogida por parte de D. Eustaquio Andrés, presidente y fundador del grupo. Asistimos a una presentación de la empresa, con un recorrido por su historia, presente, perspectivas de futuro, y metodología de trabajo, interesante para nosotros porque es ahí donde cada uno de nosotros buscamos acomodo a nuestras habilidades y capacidades.



A continuación, pudimos hacer una visita guiada por sus instalaciones, en la que nos explicaron cómo es el día a día de su actividad: infinidad de neumáticos en un flujo constante que hay que gestionar. Y para concluir, un nuevo encuentro con D. Eustaquio Andrés, a quien queremos agradecer su interés por conocernos y la pasión con la que nos contó cómo había hecho crecer la empresa hasta lo que es hoy. Un ejemplo de perseverancia, trabajo, visión y buen hacer, del que todos nosotros, abiertos como estamos a sacar lecciones de todas partes, tenemos mucho que aprender.

Nos despedimos con un obsequio que, por supuesto, también agradecemos, y con la expectativa de que este contacto pueda fructificar próximamente. No ha sido la primera vez, y esperamos que no sea la última.