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RAQUEL OLIVA RAMÍREZ

En búsqueda activa de empleo

“Escribe lo que quieras”- dijeron.

“ Tienes que venderte” - alguien añadió- cómo si hablar de uno mismo a ojos ciegos frente a un folio en blanco fuese tan sencillo.

Reconozco que me conozco más de lo que me desconozco, pero quizás eso sólo lo hace más complicado.

Muchos antes ya intentaron definirme….

“ Artista”                                                                              “Resolutiva”

         “Creativa”                                                           “Curiosa”

                     “Observadora”                         “Inteligente”

                                    “Íntegra”           “Fuerte”

                                              “Resiliente”

….y confieso que perdí la cuenta de todas las veces que tuve que escucharlo antes de creérmelo. Pero la verdad es que:

Soy una chica de ciudad pequeñita, con sus amigos pequeños y enormes a la que nunca se le dio bien aparentar normalidad. No fui de números ni de letras, y aunque supe adaptarme mi pasión se la llevó siempre otra cosa.

Con la cabeza en las nubes me las apañé para mantener los pies en la tierra, e intenté ser la mejor versión de mi en cada cosa que hice.

Descubrí que soy de las que buscan las respuestas antes de que le hagan las preguntas.

Entendí que no hay mejor sensación que pedir perdón, y que hay que tener valor para decir en alto los errores propios sin que estos te tiren al suelo.

Aprendí que dar tres pasos hacia delante y uno hacia atrás no es fracasar, es aprender, y no hay cosa que me guste más.

Después de todo confieso que:

Soy una chica de ciudad pequeñita, con sus amigos pequeños y enormes, cuya máxima preocupación a día de hoy es que sus hermanos sonrían día sí y día también.

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