Desde siempre he sentido la necesidad de ofrecer mi ayuda a aquellas personas que carecen de recursos. Por ello, elegí formarme como trabajadora social, lo cual implementó algunas de mis cualidades como son la empatía, la escucha activa y el compromiso social.

Durante estos últimos años he estado realizando cursos relacionados con la Igualdad y la Infancia. También he sido voluntaria en una asociación de niños con discapacidad con los que pude aprender valores como el afán de superación, la naturalidad y el entusiasmo por esas pequeñas cosas a las que no solemos prestar demasiada atención y hacen que merezca la pena seguir adelante.

Soy una persona flexible y motivada, por lo que no me importaría adquirir experiencia en otros sectores laborales, pero sin perder de vista mi objetivo profesional, el Trabajo Social.