“El barco está más seguro cuando está en el puerto; pero no es para eso que se construyeron los barcos.” Paulo Coelho

...y cuentan familiares, amigos y las gentes de la ciudad que fui una niña que dejaba un rastro de armonía, frescura y alegría allá por donde pasaba.....

...rápidamente y sin avisar llega la adolescencia, etapa igual de apasionante que de férrea, fue entonces cuando comienzan a latir con fuerza dos valores fundamentales en mi vida, la amistad y la lealtad y donde descubro acompañada de la mano de mi padre el verdadero trabajo en equipo, perseverancia y disciplina en el fervor del baloncesto....

....el tiempo sigue pasando y sin darme cuenta aterrizo en la Universidad, aterrizaje lleno de magia y sabiduría, maravillosos y entrañables años en los que la escucha activa y el tesón fueron imprescindibles...

....es en los veranos de aquella época donde doy mis primeros pasos en el terreno laboral, trabajando como azafata de congresos y ferias… y dejándome llevar...me envuelve y deslumbra el encanto de trabajar con las gentes y personas detrás de las que se esconden historias de las que aprendo y me enriquezco cada día y este descubrimiento me lleva a continuar mi vida profesional en estrecha unión con las personas en particular y el público en general, primero en una pequeña empresa, en la que durante más de 10 años desarrollé tareas de Administración y Gestión, facturación, contabilidad, atención y mimo al cliente además de formar a los compañeros de nuevas incorporaciones, en una segunda etapa profesional paso a formar parte de una multinacional  en la que defendí durante casi 5 años un puesto en Gestión Humana, concretamente en formación y selección, formando a más de 200 personas en sus inicios y a más de 700 en su día a día, elaborando proyectos de capital importancia como el desarrollo de una Intranet.

Celebro y agradezco de manera franca y honesta todas las oportunidades laborales brindadas hasta la fecha y de antemano las que están por llegar que desearía fuera un puesto en el que de nuevo tenga la posibilidad de gestionar el trabajo de las personas que llenan los espacios de vida y esplendor y en los que me muevo con seguridad, sin cerrar puertas nunca a otras opciones laborales.

Me sigue estremeciendo el hecho de que alguien tome mi mano para darme las gracias por el trabajo que hago….y.....me sigo emocionando de un modo muy peculiar cuando después de pasados los años, compañeros y compañeras de empresa se siguen acercando para decirme "Cuánto te echamos de menos".