Érase una vez un chico sonriente, que le encantaba trabajar con gente y disfrutar con su trabajo. Ese soy yo, una persona que quiere ganarse la vida haciendo lo que me gusta. Soy alegre, me gusta rodearme de gente, soy muy observador, amigo de mis amigos, muy familiar y a la vez muy independiente, necesito mi espacio. 

En el trabajo me gusta tener un buen ambiente, creo, y puedo afirmar, que las cosas son mucho “menos difíciles” de hacer. Soy una  persona proactiva, responsable, comprometida, constante y muy metódica.

Soy único y poderoso porque conozco a pocas personas como yo, no se me pone nada por delante. Siempre estoy dispuesto a aprender, a hacer cosas nuevas, soy paciente, y, siempre, intento ir con la sonrisa en la boca y hacer las cosas bien y, por supuesto, si algo sale mal, intento aprender del error y cambiar.

Si dentro de 20 años alguien se subiera a un escenario para hablar de mí, me gustaría que no solo recordaran mis buenos momentos, sino también los “no tan buenos”. Ya que son los que verdaderamente te hacen ser quién eres.