El equipo celebra nuevos logros. Mayte y Silvia consiguen su objetivo laboral

Últimamente, la Lanzadera es un movimiento constante de noticias, ofertas, llamadas, compañeros que van y vienen a entrevistas de trabajo y, como el buen trabajo acaba dando sus frutos, contrataciones laborales que todos festejamos como algo propio. En esta ocasión, celebramos las incorporaciones de Mayte y de Silvia. El caso de nuestras dos compañeras guarda varias similitudes, por el tiempo que llevaban persiguiendo una oportunidad como la que les ha llegado, y por el empleo que querían lograr: tareas administrativas. Es un tipo de trabajo que ambas llevaban largo tiempo deseando retomar, y en el que aportan una dilatada y contrastada experiencia de buena gestión.



Mayte empieza su nueva andadura como auxiliar administrativo, en una empresa de distribución editorial y transporte, realizando tareas de atención al cliente, gestión de pedidos, devoluciones y resolución de incidencias. Ya nos ha demostrado en la Lanzadera buena parte de las habilidades que ahora le van a resultar de utilidad, mejoradas con las dosis que todos conocemos de optimismo, capacidad de aprendizaje y adaptación, y ese punto que siempre se agradece de motivación y gusto por el trabajo con los compañeros. Agradece a la Lanzadera las herramientas para saber cómo, dónde y de qué forma buscar empleo. Su mentalidad abierta y creativa, y su demostrado compromiso, nos han sido de ayuda para todos. Mayte es de la clase de gente que siempre consigue sacar el lado bueno de los demás, y eso se agradece más de lo que ella misma imagina. Ahora, seguro que sabrá poner todo eso al servicio de sus nuevas tareas.



En el caso de Silvia, se ha incorporado a una empresa dedicada a la gestión inmobiliaria, asumiendo labores administrativas, en principio en la sección de alquileres. Comparte también buena parte de esas virtudes, y en su caso es de justicia destacar también la tenacidad para levantarse siempre después de cada revés, y transformar en experiencia y conocimiento cada etapa de la vida, cada reto que ha asumido. Como ella bien dice, en la vida todo es posible, y ella lo demuestra a base de tesón,  pero sumando empatía y compañerismo. Eso sí: para eso hay que ser valiente. Muy valiente. Y Silvia lo es, de eso no cabe duda, si bien le ha costado sacar a flote esa enorme virtud, por su modestia y su carácter afable y poco dado a ponerse medallas.

A ellas, como a todos los participantes, les ha sido de utilidad la labor de autoconocimiento que hemos ido desarrollando con nuestra técnico, Mar Quintero, en estas semanas de trabajo de la Lanzadera. Ganar confianza a medida que identificamos lo que nos hace únicos, nos hace fuertes. Como vamos viendo, ese trabajo va dando sus frutos, y sin querer anticipar nada aún, seguro que muy pronto volveremos a contar buenas noticias. ¡Felicidades, compañeras!