Hoy, nuestra compañera Reyes Burgos, educadora infantil, ha querido compartir con nosotros un cuento de su propia creación, inspirado en el camaleón, símbolo de la Lanzadera Portuense, y en los 2 camaleones de nuestro JobStorming. La historia hace hincapié en que para conseguir nuestros sueños y objetivos debemos dejar el miedo a un lado, salir de nuestra zona de confort y luchar con positivismo por ello. Esperamos que os guste:

<< Había una vez dos camaleones que vivían dentro de un árbol hueco del que jamás habían salido, pues les habían dicho que el mundo exterior era algo muy peligroso, donde había unos seres malvados que, si llegaban a descubrirlos, los atraparían para meterlos en una casa de cristal de la que nunca podrían escapar.

La pareja de camaleones, aterrorizados,  no se atrevían a poner una patita fuera del árbol, pero ambos soñaban con conocer qué había más allá. Habían leído muchos libros y deseaban saber lo que se sentía al andar por las calles, ver un coche, cuánto de alta podía llegar a ser una casa... eso que solo conocían por haberlo leído. Libros donde aprendieron también que el mundo estaba lleno de color y disfraces. Que cada día, la gente se vestía de una manera u otra y realizaba “un trabajo”.

- ¿Qué es eso del trabajo? - Se preguntaban el uno al otro.

Gracias a la curiosidad que ambos tenían, investigaron en sus libros y descubrieron que era eso a lo que llamaban “trabajar”.

- ¡¡¡Ya lo se!!! - Dijo uno de los camaleones mientras exploraba un libro.

- Trabajar es hacer algo que te proporciona una recompensa.

- ¿Recompensa? - Preguntó su compañero - no sé lo que es.

- ¿Qué es lo que más deseas en este mundo?

- ¿Yo? Ver el exterior, salir ahí fuera y no tener miedo a que me atrapen.

- Pues si trabajamos, esa será tu recompensa.

Entusiasmados los dos camaleones se pusieron a trabajar durante muchos días, creando unos trajes con los que poder salir al exterior y relacionarse con el mundo confiados y sin miedos.

Después de un gran esfuerzo, ¡lo consiguieron! Camuflados con su vestimenta, hicieron realidad su sueño, salieron al exterior, y no sólo descubrieron de qué está hecho el mundo. Además descubrieron que no todos eran tan malvados como les había contado, había gente muy buena que solo querían conocerlos y darles una oportunidad. >>

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.