Cerrando círculos...

Hace cinco meses, veinte viajeros comenzaron un trayecto que, como suele ser normal, llevaba algo de incertidumbre al ser relativamente desconocidos los contenidos y la metodología del programa.

La primera parte del viaje la dedicamos a conocernos y a realizar dinámicas que tenían como objetivo construir un equipo fuerte, capaz de afrontar unido las dificultades que pudieran surgir, ya que únicamente de esa forma íbamos a ser capaces de superarlas y salir reforzados, tanto de manera colectiva, como individual –una de las áreas que más hacía falta reforzar–.

Con el paso del tiempo, sin dejar de trabajar elementos de gestión emocional, comenzaron los retos. El primero fue definir nuestra identidad como Lanzadera en sentido amplio: logo, lema y valores, un proceso que en un primer momento parecía largo y que finalmente fue mucho más rápido de lo que pensábamos. Valores como el respeto, la perseverancia, el trabajo en equipo, la responsabilidad y el desarrollo personal empezaron a ser nuestra seña de identidad.

Con esto como base, comenzamos a trabajar por proyectos como si de una empresa se tratase. El inicial y el que se encarga de clausurar esta experiencia es el de Comunicación, que partía con un objetivo ampliamente conseguido; los participantes que formábamos parte de él conseguimos realizar una labor cargada de profesionalidad, con una estrategia de comunicación planificada y bien diseñada.

El segundo y tercer proyecto surgieron casi a la misma vez, hablamos de Eventos e Intermediación. En el primero de ellos diseñamos un evento profesional que finalmente no gozó de apoyo externo, circunstancia que lejos de desanimarnos nos hizo ser conscientes de algo, existen aspectos que no dependen de nosotros en nuestro día a día, y en lugar de dibujar un escenario negativo, había que poner en valor todo el proceso de diseño y la razón por la que surgía aquella idea.

En cuanto a tercer proyecto, Intermediación, existía un reto, contactar con las empresas de una manera “típica” o cargada de diferenciación y creatividad… Se impuso esta última opción y como no podía ser de otra manera, se valoraba y reconocía el esfuerzo.

El jueves pasado llegó el final y los cinco meses que parecían una eternidad pasaron casi sin darnos cuenta. La evaluación con la que nos quedamos la forman un proceso de aprendizaje, una evolución personal, un gran equipo generado y compañeros que consiguieron el objetivo principal del programa, encontrar un empleo. Aquellos que no lo lograron, se llevan su mochila cargada de autoconocimiento, motivación y el conocimiento sobre aspectos que mejoren su empleabilidad y que esperamos, repercutan en su inserción laboral en un breve periodo de tiempo.

Para finalizar, no podemos olvidarnos de todas aquellas instituciones, personas y empresas que han colaborado de una forma u otra con nosotros, Ayuntamiento de Andújar, Cruz Roja de Andújar, CADE de Andújar, las antiguas compañeras de Andalucía Orienta y Radio Andújar. Los técnicos y técnicas del CADE, así como Elena Ortega y Laura Herrera, profesionales que nos visitaron en el aula; y por supuesto, a todas aquellas empresas que nos recibieron y dedicaron parte de su escaso tiempo a atendernos y conocernos.

Se cierra este círculo, pero comenzarán otros.

Suerte a todos los profesionales que han formado parte de Landzate - I Lanzadera de Empleo de Andújar.