Las claves del empleo juvenil

“El camino hacia el empleo juvenil”. Bajo este título se ha presentado recientemente una investigación sobre el estado del empleo juvenil y las medidas que pueden emprender tanto las empresas como los propios jóvenes para facilitar su inclusión laboral. 

 

La publicación forma parte de las actividades del Observatorio Empresarial contra la Pobreza que gestiona la Fundación CODESPA y en el que colaboran diferentes entidades. 

 

En la publicación, presentada en Fundación Telefónica, se mencionan diferentes factores de riesgo para la empleabilidad de los jóvenes, relacionadas con su entorno económico, social, familiar, personal y de vivienda, y de los que se pueden desprender varios rasgos comunes, como por ejemplo: formación no adaptada al mercado, competencias laborales reducidas, baja autoestima y desánimo, baja red de contactos, inexperiencia laboral y reducido apoyo de su entorno, entre otros.

 

 En España, 1.249.000 jóvenes se encuentran en el paro. El dramatismo de la situación señala que que el número de parados jóvenes ha aumentado hasta en un 62% si se compara con las estadísticas de hace 10 años. Para conocer el motivo de una cifra tan elevada hay que hacer un análisis entero de la problemática a nivel estructural en el desarrollo del empleo en España, el cual tiene muchas aristas. Se trata, sin duda, de una población que requiere atención inmediata y medidas para fomentar su progresión profesional, y ser parte activa del desarrollo socioeconómico.

 

En el análisis presentado se destaca que la tasa de paro sigue siendo mucho mayor en aquellos con un nivel de educación primaria básica (49%), frente a aquellos con una educación media (39%), o los que alcanzan una educación superior (22%). Es evidente que con mayor formación, habrá menor probabilidad de desempleo; sin olvidar que la rigidez del sistema educativo y la baja apuesta por la formación técnica y vocacional, dejan también un “gap” de sobrecualificación para muchos de los puestos ofertados. 

 

 

¿Qué pueden hacer los jóvenes y el sistema educativo?

 

La formación es un factor crítico y diferencial para encontrar trabajo. Sin embargo, hay que tener presente la constante transformación de las tecnologías, y el universo digital; por lo que el aprendizaje ha pasado a ser contínuo y transversal a la adquisión de experiencia profesional. 

 

Las competencias evolucionan a un ritmo muy acelerado, por ello una de las claves principales para reducir la vulnerabilidad social en torno al desempleo, consiste en adquirir capacidades para adaptarse a los nuevos ambientes laborales. La realización de prácticas profesionales debe comenzar desde los propios estudios como parte de la formación y de la adaptación al mercado del trabajo. Suele ser una fase escencial para identificar nuevas competencias y habilidades que demandan las empresas.

 

El informe subraya el alto abandono académico y formativo en España. Es evidente la necesidad de revisión sobre el modelo de transición entre el espacio educativo y el espacio laboral, una medida urgente para evitar los riesgos de la exclusión laboral, y que se pueden preveer con algunas acciones sociales estratégicas.

 

 

El rol de las empresas 

 

Las compañías, grandes o pequeñas, tienen una responsabilidad muy importante en ofrecer oportunidades a los jóvenes. Dentro del abanico de posibilidades existen diferentes propuestas que deben estar integradas idealmente dentro de las políticas de Recursos Humanos como de Responsabilidad Social Corporativa. 

 

El desarrollo de becas, contratos de formación y aprendizaje, contratos en prácticas o prácticas no laborables, son ya herramientas que se pueden potenciar; como también la innovación en nuevos modelos a través la creación de acuerdos con entidades sociales que promocionan el empleo, la asociación con centros formativos o la conformación de espacios instructivos adecudos a las necesidades específicas del sector empresarial.

 

Parte de la programación de actividades que las empresas deben tener en cuenta, pasa por ofrecer asesoramiento y guía a los jóvenes talentos. Crear programas de transición adaptados, como ofrecer opciones de entrenamiento en el trabajo. Estas medidas proporcionarán una alineación más adecuada con las necesidades empresariales, y perfeccionarán la incorporación de nuevas ideas, creatividad y evolución de los modelos de negocio en curso, adaptándose a la exigencia de las nuevas generaciones venideras.

 

 

Las Lanzaderas de Empleo 

Desde iniciativas como el programa Lanzaderas de Empleo, desarrollado por Fundación Santa María la Real, se promueve la activación de los propios jóvenes para estimular su trabajo en equipo por el empleo. Incentivar su movilización por medio de estrategias grupales, bajo la guía de un coordinador, proporcionando la adquisición de nuevas habilidades laborales y de oportunidades para aproximarse al mercado laboral desde otro punto de vista. Una nueva actitud en la que ellos mismos difunden su capacidad, talento y obtienen la confianza para enfrentarse al versátil mercado laboral global.

 

La experiencia del programa, en curso desde 2013, ha logrado identificar un método de innovación social para facilitar la orientación laboral a los jóvenes.En la reflexión constante sobre el problema del desempleo y los indicadores de su evolución se está tejiendo un nuevo panorama de propuestas innovadoras, actividades publico-privadas y la suma de entidades comprometidas que buscan aportar en la regeneración del tejido social y la posibilidad de la inclusión social y laboral de los grupos en riesgo.

 

 

Artículo elaborado por David Morales Mesa, integrante del equipo de Comunicación de Lanzaderas de Empleo en Fundación Santa María la Real, tras su asistencia ala presentación del informe "El camino hacie el empleo juvenil", presentado recientemente en Fundación Telefónica.